jueves, 24 de diciembre de 2009

LA VIRGENCITA

El nuevo monumento. Construido por la Alcaldía Municipal.


El pasado 8 de diciembre la iglesia católica celebró el día de la Inmaculada Concepción o día de “Las Conchas”. En Santa Rosa de Lima existe desde hace poco más de 50 años un lugar para esta celebración, se trata del desvío de “La Virgencita” ubicada en El Cantón La Chorrera. El lugar es uno de esos puntos de referencia, de esas marcas de navegación que existen en cada pueblo o ciudad y que sólo sus habitantes y los foráneos que interactúan con estos los conocen. Así, para los santorreceños palabras como “Las Veinte Gradas”, “La Mixta”, “La Casa de Piedra”, “La Lomita”, “La Marquesa”, “Placita Nueva” y otras, son suficientes para ubicarnos geográficamente.


Doña Julia y la profesora Lila Ventura, acompañadas del Lic. Aníbal Salmerón y vecinos de La Virgencita. Doña Julia es abuela y la profesora es la madre de Nelson Turcios, un colega electricista con quién compartimos muchas y largas jornadas de trabajo en Atlanta. Actualmente Nelson se encuentra trabajando como electricista en Irak; hasta allá, un saludo fraterno con mis mejores deseos éxito y que estas fiestas las pase de la mejor manera.



Este año, la celebración del día de “Las Conchas” estuvo muy concurrida, en el acto se inauguró el nuevo monumento que sustituye al anterior destruido por un motorista irresponsable. Según lo manifestado por algunos asistentes en la ceremonia de este año, el monumento ha sido reconstruido en varias ocasiones, los vándalos y, posiblemente personas con poca tolerancia religiosa, han roto o arrancado la pequeña virgen. Cuentan que el primer monumento se construyó a unos 5 metros al noroeste de la ubicación actual. Siempre fue sencillo: una pequeña estatua (de ahí la palabra “virgencita”) de la Virgen María descansaba al descubierto sobre un pedestal a una altura de un metro y medio aproximadamente; posteriormente se añadió un arco para cubrir la estatua y luego se instaló una puertecita de hierro para su protección. Aún así de protegida la pequeña estatua, “La Virgencita”, siempre fue objeto de vandalismo y cada diciembre le tocaba a sus devotas y devotos, remozarlo para tenerlo presentable el 8 de diciembre. El nuevo monumento es más fastuoso, la el pedestal es más alto, la estatua es más grande; sobre el pedestal se apoyan cuatro columnas salomónicas para sostener un techo de lámina; para su protección tiene una verja metálica entre columnas. La estatua esta pintada de color azul celeste y blanco que distingue a la Inmaculada Concepción.
Bendición del nuevo monumento dedicado a la Inmaculada Concepción.

Tengo que confesar, amigos lectores, que hasta el año recién pasado, me di cuenta que el monumento de “La Virgencita” tenía el propósito de replicar la celebración de La Inmaculada Concepción, la cual se realiza desde 1854, cuando el 8 de diciembre de ese año el Papa Pío IX emitió la la bula Ineffabilis Deus en la cual, la doctrina de la Inmaculada Concepción fue “definida como dogma de fe y por tanto revestida de los caracteres de infalibilidad e inmutabilidad”[i]. Para mí solo existía el “día de los fogones” ó “día de los faroles” que se realizaba el 7 de diciembre, víspera de esta fiesta. Desde media tarde los cipotes recogíamos de las riberas de nuestro vecino río toda serie de maleza que ya estaba seca, evitábamos la escobilla porque hacía mucho humo y preferíamos una especie de cañas que abundaban en esta zona. Con lo recogido formábamos una hoguera a media calle, enfrente de la casa, con ella hacíamos competencia con los vecinos, el mejor “fogón” era el que producía llamas de mayor altura por más tiempo. Para ponerle emoción, entre la maleza seca introducíamos pencas de piñales y jícaros que cortábamos de los cercos de las propiedades de los Cruces, los Candiles y de mi abuelo Papachico, todos ribereños del río; las pencas producían pequeños sonidos de explosión parecidos al de los cuetes y los jícaros, al explotar, producían un sonido más elevado y grave. Las actividades comenzaban al final de la tarde con la puesta de faroles en los dinteles de puertas y ventanas de la fachada de la casa, y en las aceras, colocábamos una fila de candelas encendidas. Esta costumbre, muy escasa en estos días, seguramente viene de España[ii], país que asumió con mayor relevancia la bula de Pío IX. Por supuesto, estas tradiciones se afincaron en América y en Colombia y Nicaragua el día 8 de diciembre es feriado nacional.

Asistentes a la celebración.

En este día de “los fogones” se reventaban los primeros cuetes y se daban por inauguradas las festividades navideñas.
También en este día, los cipotes de armaban de hule y conchas de naranjas, con ellos se sorprendía a las inocentes cipotas que asistían a la misa, que eran víctimas de conchazos en el trasero disparados por los cipotes escondidos en los arriates del parque.

Música de mariachi para "La Virgencita".




Tuve la fortuna de tomar unas fotografías del anterior monumento, cuando estaba en pie y después de dañado. También estuve presente el día de la celebración, la cual además de concurrida, tuvo mayor relevancia, después de oficiar una misa, el sacerdote bendijo al nuevo monumento, posteriormente la concurrencia degustó de un café y pan dulce ofrecidos por Ernesto, el propietario de Panaderías Yoly; mientras se tocaba música de mariachi.



El anterior monumento. Mayo de 2008.



Interior del monumento de "La Virgencita" atacada por el vandalismo

Monumento dañado. Agosto de 2009

A TODOS LOS AMIGOS Y LECTORES DEL GUIRICERO:

!!!FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2010!!!!!



[i] http://es.wikipedia.org/wiki/Inmaculada_Concepcion_de_Maria#cite_note-0
[ii] En el municipio de Arenales de San Gregorio (Ciudad Real), España, el día 8 de diciembre se celebra la Solemne Misa y las tradicionales hogueras en honor a la su patrona la Inmaculada Concepción.
Nicaragua: A partir de finales del siglo XVIII comenzó en la ciudad de León la fiesta de La gritería la noche del 7 de diciembre de cada año, víspera de su festividad. Esta se hace desde entonces hasta hoy. El 8 de diciembre es feriado nacional.
Colombia: Se trata de un festivo nacional en cuya víspera o madrugada los católicos, niños y adultos, se reúnen en familia o entre amigos para encender velas y faroles en las aceras de las calles en honor de la Virgen María, fiesta conocida también como el Día de las Velitas, la cual tradicionalmente da inicio a la época navideña. es la patrona de barichara (santander-colombia)y su fiesta se celebra el 8 de diciembrehttp://es.wikipedia.org/wiki/Inmaculada_Concepcion_de_Maria#cite_note-0












































sábado, 7 de noviembre de 2009

LA FOTOGRAFIA 11. 1a PROMOCIÓN DEL INSTITUTO NACIONAL DE SANTA ROSA DE LIMA

Desde hace unos meses he andado tras esta fotografía, la de la primera promoción de bachilleres del entonces Instituto Nacional de Santa Rosa de Lima. Me la proporcionó uno de los graduandos, el popular Carlos Ventura (El Purri), amigo de medio pueblo. Según Carlos, la fotografía fue tomada en mayo de 1974 en ocasión del acto de graduación. Después de 36 años creo que es justo que se conozcan los pioneros de este centro de estudios, y lo más importante, que pudieran reunirse la mayor cantidad de ellos para recordar sus años dorados. El Instituto Nacional de Santa Rosa de Lima se construyó bajo la administración del Prof. Mario Adalberto Amaya Flores y por su empeño y dedicación al centro de estudios, la primera promoción de Bachilleres Académicos funcionando en el nuevo local fue denominada en su honor.

La fotografía fue tomada en la plaza principal del Instituto, al fondo se puede observar la "Gasolinera Esso" de don Cando Rubio y la cerca original que rodeaba al edificio.

Es de notar que el sexo femenino fue mayoría en esta promoción, de 18 graduados, 13 fueron féminas. Lucieron a la moda, de "maxi", con guantes negros, zapatos de plataforma y algunas con peinados altos. Desde aquí hacemos un llamado a todos los de la fotografía, y principalmente a los que todavía viven en Santa Rosa, a que hagan una reunión de esa histórica promoción de bachilleres, para juntar otra vez, aunque sea por un momento, los diferentes caminos que cada uno a tomado en su vida, y que hace 36 años en el Instituo Nacional, era uno solo que caminaron juntos. Por supuesto, nos invitan. Saludos a todas y todos.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

AUTOBIOGRAFÍA

Desde atrás del Cerro de La Cruz, a través de las hojas de los árboles de tamarindo del patio de doña Adelina llegaban los primeros rayos de sol, parecían disparos de un fusil de rayos láser de ficción. Los recibíamos en silencio, sentados, en la acera hecha de piedras de canto rodado traídas de las playas de nuestro vecino río; allí nuestros cuerpos intercambiaban el frío de la madrugada por el calor de la naciente mañana. Las mujeres, las madres, hermanas mayores, y uno que otro hombre, regresaban del mercado con los alimentos, frescos y sabrosos, que se consumirían en el día, en cestas hechas de mimbre, o bolsas de tela. Estábamos lejos de la invasión plástica, nadie se imaginaba que hasta el humilde paste se sustituiría por el pródigo plástico. Las más jóvenes caminaban en pareja o en grupos más numerosos, aprovechando el momento exclusivo para ellas, sin la presencia de esposos e hijos, para platicar de esas cosas propias. Generalmente las mayores regresaban más despacio, como remoloneándose, solas. El mundo de los adultos comenzaba a imponer su ritmo, y, los todavía salvajes infantes, a quiénes sólo la edad nos salvaba de la civilizadora escuela, iniciábamos la lucha diaria para escabullirnos por cualquier espacio que permitía la aplanadora de la monotonía adulta que comenzaba su marcha imparable.
Con la llegada de mi madre del mercado, se iniciaba la ceremonia del desayuno. Al poner la cesta en la mesa se activaba un mecanismo casi mágico que dejaba percibir olores, colores y temperaturas de las delicias que traía: el pan francés de doña Noy o de doña Pancha, que era más morenito, los chicharrones de doña Fide, los tamales de cuche de doña Panchita, la cuajada de la señora de Mojones, que da cabal las tazas; la crema de la señora de El Algodón, la más barata y por eso termina temprano la venta; los guineos de seda del señor que baja de Copetillo, el sancocho de donde don Pedro Flores, semita de donde Las Núñez, totopostes que trae una cipota de Pasaquina, etcétera, etcétera. Sentados a la mesa, con el desayuno servido (no se preguntaba ¿que vas a querer?), era la primera reunión familiar del día, el padre en el lugar principal, los hijos en cualquier otro sitio, la madre que no termina de servir, llevando tortillas tostadas en las brasas, el café humeante, los tamales, la crema, no mucha conversación, luego cada quién para sus ocupaciones, unos para la escuela, mi padre para la mesa de platero, mi madre a los oficios de la casa, otro a buscar cualquier pretexto para evadir el baño.
El martilleo rítmico proveniente de la herrería de Papachico era señal que el día estaba en marcha. Los jinetes tardíos entraban por la puerta de golpe a los patios que circundaban la mediagua que alojaba la herrería. Llegados principalmente de los municipios de San José Las Fuentes y Bolívar, desensillaban sus bestias para que descansaran mientras ellos se sumergían en el pueblo para hacer sus “comprados”.
A esa hora estaba listo para presenciar la figura de don Simón y su carreta en su primer o segundo viaje de arena del río. Desde que la yunta de bueyes sobresalía del muro de piedras del solar de la herrería, no apartaba la vista a aquella imagen. Siempre me impresionaban las coyundas, esas correas de cuero puestas con orden y firmeza que sujetaban el yugo a las nucas de los bueyes que representan la unión entre el animal y la máquina. Ligeramente tirados hacia delante para compensar la inclinación de la avenida General Larios, los bueyes caminaban lentamente anunciando la pesada carga que llevaban. A medio cuerpo de los bueyes, aparecía Don Simón, prieto, con sombrero jipijapa, camisa de vestir, anudada a la cintura y empapada por el sudor; con elegancia, llevaba su vara en posición vertical sostenida por un extremo con su mano tendida hacia abajo y apoyada suavemente al cuerpo; raras veces la usaba. Quizá en un acto de solidaridad, la inclinación de su cuerpo para mantener la verticalidad era la misma que la de sus bueyes.
Don Simón anunciaba la primera ronda de las vendedoras ambulantes; la primera que se hacía notar era doña Elvina, su especial timbre de voz, entrenado en su segundo oficio de rezadora, anunciaba su llegada con suficiente anticipación; su pregón habitual: ¡LA HORCHAATAAA!!!, ¡HORCHAATAAA!!!!, disponía a la vecindad para disfrutar de ese particular sabor que Doña Elvina le daba a su creación. Aparecía por el mismo muro de piedra que lo hacían los bueyes de Don Simón, con el perol en la cabeza, cuyo peso era amortiguado por un yagual perfectamente hecho de manta de moscabado que deshacía y hacía de nuevo cada vez que bajaba su carga, sin verlo, mientras intercambiaba noticias con la clientela. No se entretenía mucho frente a nuestra casa, era nuestra vecina, y aunque podíamos ir a su casa a comprar el refresco, faltaba su segunda o tercer ronda. Luego pasaban los vendedores de colchas de San Vicente, los chapines con sus cubrecamas, las hojuelas de las Luna, etc.
Todas estas vendedoras y vendedores eran señales que me ponían en alerta, era hora de buscar una taza, cualquiera fuese su color o forma. Esperaba una palabra mágica, sabía la dirección de donde vendría el sonido y por su intensidad podía medir el tiempo que disponía para llegar a la acera de la casa de Doña Blanquita, una de las costureras del barrio. Cuando mi cerebro decodificaba los sonidos y comprendía las palabras ¡¡¡POLEADA!!!, ¡¡¡VAYA LA POLEADA!!!, comenzaba la carrera: tomar la taza previamente ubicada, o en su defecto un vaso o cualquier otro recipiente, y a toda prisa, salvar cualquier obstáculo para llegar a la esquina, incluyendo obtener los diez centavos de mi padre o de mi madre para comprar una taza de poleada y por último devorar los 20 metros que separaba la puerta de la casa y la esquina que unía la Avenida General Larios y la 8a calle poniente. En ese punto la acera era alta y prestaba toda la comodidad para que Doña Petrona bajara su carga y esperar a los clientes de los alrededores. De la cabeza negra, dos brazos morenos, pequeños pero fuertes, bajaban el perol cuidadosamente, iba forrado por una manta gruesa, incluyendo su tapadera, para guardar el calor de la bebida. Con un suspiro terminaba la maniobra, dejaba su yagual a un lado del perol y al llegar el primer cliente, que en muchas ocasiones era yo, destapaba aquel recipiente de donde salía un olor suave, como de nardos tiernos, materializado en un flujo tenue pero turbulento, a penas perceptible, del vapor que se elevaba unos pocos centímetros hasta desaparecer, como escapando de los aparatos olfativos que se esforzaban por atraparlo con una aspiración prolongada. Allí llegaban las cipotas de la casa de Malicha, los cipotes de la casa de doña Nila, los jinetes de la herrería que habían regresado temprano para herrar su bestia, los Gudieles de la casa de enfrente y los hijos de doña Blanquita, Paco, Julio, Moris, todos portadores del apodo paterno, es decir “Los Moneda”. Sucedía que cuando no lograba obtener los diez centavos en mi casa, por cualquiera que fuese el motivo, no me amilanaba en mi propósito, siempre llegaba con mi taza y siempre doña Petrona me la llenaba, ó, alguno de “Los Moneda” compartía su poleada conmigo o pagaba mi ración. Esta mi perseverancia para conseguir mi taza de poleada cada mañana, no pasó desapercibida por los que concurríamos a la esquina, principalmente por los Moneda, poseedores de una jodarria formada en el taller de mecánica de don Chepe, su padre. Y aquí estoy 40 años después, extrañando a doña Petrona, pero con la misma pasión por una taza de poleada.

martes, 1 de septiembre de 2009

LA FOTOGRAFÍA 10. ALEX CORDERO Y MAQUINITA MERLOS EN EL CD MUNICIPAL LIMEÑO.

El Muncipal Limeño subió a primera categoría en 1972 y se mantuvo hasta en 1976. De aquella época se recuerda al portero Didier Gutiérrez (tico), los defensas Alas, Pineda, Ríos; volantes como Dimas Blanco, Nelson Hesky; y los delanteros, Gamboa (chapín), Orlando Chicas, Alex Cordero y Juan Máquina Merlos, entre muchos otros. La fotografía me la proporcionó Juan Antonio Merlos (Maquínita) en la que aparece acompañado de Alex Cordero. La trayectoria de Máquina Merlos en el fútbol salvadoreño es muy extensa. En sus primeros años jugó en el Racing de San Miguel, ya en sus mejores tiempos disputaba la gloria con Juan Francisco "Cariota" Barraza en C. D. Águila. También jugó en Firpo de Usulután y fue seleccionado nacional desde la categoría juvenil. Actualmente vive en Santiago de María con su señora Marta del Cid de Santa Rosa de Lima. Alex Cordero era un delantero muy veloz y habilidoso que se distinguía por su melena. Si alguien tiene por ahí alguna fotografía de la época los invito a compartirla.

jueves, 27 de agosto de 2009

NUESTRA GENTE.

LA FOTOGRAFIA 9. C.D. AURORA




En el Barrio El Convento, y más específicamente en la zona de Plazita Nueva, o del Berrinche como se conoce ahora, existe un equipo de fútbol de mucha tradición. Se trata del C. D. Aurora, equipo que a la fecha existe y es mantenido, con entusiasmo, por los vecinos para participar de las formas en que se pueda. Esta fotografía me la proporcionó don Evenor Gómez, quien actualmente reside en Ayutuxtepeque. La fotografía ha sido retocada para ocultar el deterioro causado por los años ya que, creo, data de los años 60. He incluido los apodos de las personas que aparecen para que sean reconocidos más fácilmente, en esto no hay ninguna mala intención, y, si hay alguien que se sienta agraviado, de antemano les pido disculpas y les solicito que me lo hagan saber para omitir su sobrenombre.


En vista de que falta el nombre de algunas personas, les pido que si los reconocen me lo hagan saber. También es importante reconstruir la trayectoria de este equipo por lo que invito a los lectores de este blog a participar.


!Saludos a todos los santarroseños en estas fiestas patronales!

martes, 11 de agosto de 2009

DE CAMPANARIOS, INFIERNOS Y TURCOS.


Para ir conociendo un poco más sobre nuestro pueblo, hace unos meses se me ocurrió buscar los trabajos que tuvieran como escenario la misma ciudad. Hasta la fecha he encontrado tres, una canción y dos cuentos; cuyos autores son Pancho Lara, Danilo Vásquez y Ricardo Lindo Fuentes. Pero teniéndolos enfrente decidí escribir algo acerca de los trabajos y esto es lo que les presento. Al final de cada comentario encontrarán el trabajo relacionado. Les pido paciencia y que conozcan los trabajos y un poco de sus autores.

La ilustración al inicio es una improvisación que realizó Albertico (Tico) Hernández, en una página en blanco y con los medios a su alcance; entre plática y canción, entre chiste y broma y entre café y cigarro, la creación cubrió la insulsa página blanca. Un especial agradecimiento a Tico.

El primer trabajo es una canción atribuida a Pancho Lara. Francisco Antonio Lara Hernández, su nombre completo, (03/12/1900- 05/05/1989), nació en “La Presa”, jurisdicción de Santa Ana. Cantautor de muchas canciones dedicadas a la fauna, la flora y aspectos sencillos de la vida cotidiana creció en un hogar con limitaciones económicas, lo que le permitió estudiar hasta tercer grado. Aunque aprendió el oficio de la sastrería, fue músico atuodidacta, quizás influenciado por su hermano mayor que era violinista. En su página web (http://www.pancholara.com/) se describe a Pancho Lara como "eterno enamorado de su terruño," y "le dedicó muchas de sus composiciones musicales a la naturaleza," "a los árboles, a las flores, a los lagos, a los pueblos que sobresalieron por alguna actividad comercial o de comportamientos tradicionales". Mantuvo contactos con Claudia Lars y viajó por todo el país y al extranjero promoviendo su música. Fue objeto de varios reconocimientos durante su larga vida artística. Sus obras se utilizaban (¿o se utilizan todavía?) mucho en las escuelas para preparar actos artísticos. Quizás su obra más conocida es El Carbonero, que fue creada entre 1934 y 1937 y muchos salvadoreños, especialmente los radicados en países extranjeros, lo consideran el segundo himno nacional. En su sitio web se dimensiona su obra en "205 canciones y 24 prosas poéticas; entre sus obras más conocidas se encuentran: El Carbonero, Las Cortadoras, El Pregón de los Nísperos, Los Izalqueños, Chalatenango, Las Floreras del Boquerón, entre otras”. En unos correos electrónicos intercambiados con las administradoras de su página web, me confirmaron la autoría de Pancho Lara de la canción y la ubican en un cancionero aparecido en 1954.
La letra que aparece a continuación es como la recuerdo y me han ayudado a recordar, no he podido encontrarla por escrito. Personalmente la solicité en la página web de Pancho Lara pero no fue posible: sus administradoras pretendían el pago por los derechos de autor a pesar de que se les manifestó que no era para fines lucrativos.
Esta canción la enseñaban en las escuelas y en la iglesia católica, personalmente la conocí allí cuando cursaba el catecismo.
Desconozco las circunstancias alrededor de la canción, si Pancho Lara estuvo aquí durante algún tiempo o fue a través de terceras personas que conoció de Santa Rosa y su entorno.
!Ojalá que no se les haya olvidado la tonadita y puedan cantarla de nuevo!

CANCIÓN DEDICADA A SANTA ROSA DE LIMA.

Santa Rosa pueblito soleado,
piedrecita engarzada en montaña,
que contentas suenan tus campanas
repicando en blancos campanarios.

En tus noches bañadas de luna
suena alegre el rumor de tu río;
como brilla el tesoro escondido
en tus minas de rico metal.

Santa Rosa es una bendición,
como una canción ardiente de amor,
La Lima le dio su sabrosa miel
Santa Rosa de Lima se llamó,
y así nació, en el corazón,
de aquel ciudadano del lindo Perú.

Pancho Lara.


El segundo trabajo es obra del profesor y escritor Danilo Vásquez (11/05/1960- ) y se trata del cuento “El Diablo en Santa Rosa de Lima”. Nacido en San Miguel, Roger Danilo Vásquez ha vivido y sufrido la mayor parte de su existencia en Santa Rosa; actualmente es profesor de educación básica, escribe poesía y cuento, pero sobre todo es un conversador y lector incansable (especialmente desde la noche hasta el amanecer). Experimentador permanente, ha publicado la revista cultural "Xilonem"(2 ediciones) y el periódico "4 semanas"(6 ediciones) y últimamente 4 discos de poesía y cuento narrados por el mismo. También es autor de las "Técnicas para enseñar y aprender en aula (Técnicas dialogizantes)". Sus trabajos han aparecido en los espacios culturales de los principales periódicos del país y fueron incluidos en la antología nacional "3x15 mundos" de la UCA. Entre sus principales publicaciones están "El Diablo en Santa Rosa de Lima" (1987); "Cuando la luna llena" (1992); "Cuba... una sílaba tras otra" (1999).
Cuando Danilo Vásquez rompe su anonimato literario con "El Diablo en Santa Rosa de Lima" en 1987 desata una polémica en el pueblo. La iglesia católica y otras personas claramente aludidas tuvieron una posición de rechazo a la utilización directa de sus negocios o instituciones en la trama del cuento. Y no fue para menos, la imaginación del autor trajo al mismo Satanás, no en un día de trabajo, sino de vacaciones, relajado, tal cual turista con la curiosidad invadiendo sus pensamientos, a caminar por las calles de Santa Rosa de Lima en un período difícil, en plena guerra civil y una gobernabilidad municipal muy vulnerada por la tempestad política de la época. Santa Rosa estaba, y en un muy buen porcentaje todavía, sumida en un magno desorden que presentaba al parque como su estandarte.

Después de posarse en el Cerro de La Cruz y tener una visión panorámica, Satanás hace su entrada al pueblo a través del torturado Río Santa Rosa, símbolo de la insensibilidad de los habitantes de este pueblo ante el deterioro de su medio ambiente. Los que ya tenemos más de cuatro décadas en andar en este planeta, y sobre todo los que vivíamos a las orillas del río, recordamos las descargas de "la presa" con el contenido de los residuos tóxicos que realizaban impunemente las compañías que explotaban las minas de oro y plata de San Sebastián, que arrasaban con los pocos peces que habían (los renacuajos, congos y las chumbas fueron las últimas especies); esto sucedía cuando el agua del río todavía se utilizaba para lavar ropa, trastos y bañarse y la gente dejaba de utilizarla por varias semanas. Desde hace varias décadas también le vertimos aguas negras sin ningún tratamiento y nuestro río como ecosistema prácticamente ha desaparecido. Los peces, los árboles de iriris, carao, conacastes, anonas, jocotes, guacuco, piñales; masacuates, iguanas, tijeretas, coyotes, piches, etc. no son ya más nuestros vecinos. También la quebrada del cabildo no se escapa a nuestra indolencia. Santaroseños de pura cepa mantuvieron o mantienen el cauce de la quebrada como su botadero particular. Hace algunos años pude observar que sus ribereños habían construido una ventana para tirar la basura al cauce y en la época seca se podía medir la intensidad de su indolencia por la altura que alcanzaba el promontorio frente a su propiedad.
La siguiente parada del jefe de los ángeles rebeldes es en el mercado municipal y sus alrededores. Fija sus sentidos en lo antihigiénico, el desorden y en las desbordadas ansias por el dinero. Aunque Satanás menciona “gente trabajadora”, lo hace, como es él, con sarcasmo. Realmente, la mayoría de las personas que trabajaban en los mercados son pobres, emprendedores, cabalmente gente trabajadora, de las cuales muchas son mujeres; sin embargo, también es una realidad que en la gran lucha contra la pobreza, al igual que en los grandes negocios, es posible caer en el engaño, el vicio, la avaricia y otros antivalores humanos. A lo mejor, el Diablo debió detenerse y entrar al Banco de Comercio, en dónde se hubiera deleitado con el uso refinado que le dan al dinero en estos lugares para ayudarle a ganar almas. Ciertamente lo antihigiénico y desorden de los puestos hiere a la más embotada sensibilidad, pero esto es, en su mayor proporción, responsabilidad de los gobernantes municipales que no han sido visionarios y han actuado como un pájaro queriendo atravesar un vidrio, chocando vez tras vez ante el mismo obstáculo. Por hoy, se está construyendo un nuevo mercado en el mismo sitio, lo cual merece una reflexión serena sobre los beneficios que traerá a la comunidad. Ojalá que no sea otro intento como los del pájaro mencionado.

El diablo dobló sobre la cuarta calle oriente y después de pasar tropezándose en varas y velachos se acercó al comedor “Pema”, que ha dado origen a uno de los restaurantes representativos de la zona oriental, gracias a su deliciosa sopa de apretadores. Por supuesto que la suculenta sopa de apretadores tiene efectos muy diferentes a los del alcohol en el cuerpo y mente humana, y el objetivo de los asistentes a dónde “La Pema” no era emborracharse sino degustar de la famosa sopa de apretadores, o una carne asada acompañada de tortillas con quesillo. Lo que si vale, es decir que el alcoholismo puede aparecer en un modesto comedor o en un lujoso restaurante, pero el culpable no es lugar sino el cristiano víctima o futura víctima del vicio.

Siguió lucifer su camino y dobló hacia el norte en la esquina del antiguo Banco de Comercio, hoy Scotiabank. Lástima que no entró, porque, a lo mejor, hubiera profetizado la actual crisis financiera del capitalismo.


El cuarto lugar en que se detiene “el que antes fuera Luzbel” es el parque, el lugar que los niños y jóvenes recorríamos antes de entrar y después de la salida de la escuela. Algunos minutos de juego en sus corredores con pisos de colores entre arriates flanqueados de crotos y claveles, nos proporcionaban el último impulso necesario para enfrentar al antipático conocimiento, que nos separaba del río y la pelota. A la salida, era recipiente de la descarga de energía desatada de tanto cipote por la felicidad diaria de abandonar la escuela, aunque fuera por un miserable día. Desde las primeras horas de la noche, el parque se convertía en el lugar de convergencia de la mayoría de jóvenes, los corros a la luz de una lámpara o en la penumbra eran abundantes y las citas furtivas entre las parejas de novios completaban los elementos de un parque: alegría, camaradería, juego, amistad, amor, humor, en fin, algo de paz. Y todo eso había sido arrebatado vilmente por el populismo de las autoridades municipales, el descaro de los propietario(a)s de las “mini cervecerías” y la desidia de la ciudadanía y sus principales instituciones, incluida la iglesia católica que era la principal testigo. El alcoholismo, la prostitución, la drogadicción y los juegos prohibidos se habían tomado el centro de la ciudad, la primitiva plaza en dónde se reunió Manuel Díaz con el Marqués de Albornoz el 12 de diciembre de 1757 para fundar el pueblo, trazar el área de la población, repartir solares entre los presentes y nombrar a las primeras autoridades municipales. Es decir mancillamos nuestros símbolos y colocamos la paz, el mejor tesoro de la humanidad, en la vitrina de trofeos del infierno. Afortunadamente, después de más de una década, esto se ha corregido parcialmente. Con el costo de perder parte de su área original, el parque se rescató como espacio de comunión pacífica para la población, pero el ambiente de corrupción solo se trasladó geográficamente a otro lugar, a una minúscula Sodoma, irónicamente llamada “La Plaza Alegre”, en dónde las drogas, el alcohol y hombres y mujeres se cuecen para producir a los humanos más tristes del pueblo (¿han visto a Malebra?).

Por último el diablo llegó a la iglesia, específicamente a la iglesia católica, con la que lucha y siente el placer de la batalla, “aunque siempre gano”, afirma; así que los cristianos, no sólo los católicos, tienen la palabra. Esa institución que por siglos ha sido compañera de viaje de reyes y nobles, de dictadores y sibaritas, también ha parido hombres y mujeres que han seguido el verdadero camino señalado por Jesús, como Oscar Arnulfo Romero, Martin Luter King y Teresa de Calcuta.
Los ciudadanos de Santa Rosa de Lima, ahora tenemos que preguntarnos que hemos hecho por cambiar estas cosas que el diablo vio y disfrutó en sus vacaciones en este pueblo. ¿Está ganando la batalla Satanás a Santa Rosa de Lima, primera santa de América y protectora de este pueblo?
El cuento tiene toda la alevosía de provocar, como lo hace Horacio Moya en El Asco. Esta provocación tuvo el objetivo de interesar (¿palabras de Dalí o Gunter Gras?), lo cual se logró y estableció un patrón de medida de lo que no debe ser nuestra ciudad. Por eso siempre interesa y, según su autor, son ya más de 2000 los ejemplares vendidos en los 22 años que tiene el cuento.



EL DIABLO EN SANTA ROSA DE LIMA.

Por no querer perder el tiempo
pierdes el tiempo y el alma
estás perdiendo la vida
de tanto querer ganarla


José Bergamín.


Pensando variar las vacaciones, el diablo decidió visitar el llamado nuevo mundo, el descubierto por Colón, del cual él, era el rey único y señor.
Subió de los infiernos y llegó a la América Latina, pasando por Centro América, le atrajo un pequeño país y más todavía, un pueblo de dicho país: Santa Rosa de Lima. Se detuvo Satanás en la cima del cerro La Cruz. Lo cautivó tanto el clima del pueblo, que lo sintió tan familiar al de su hogar y decidió bajar para darse cuenta de lo que hacían sus habitantes.
Entró nuestro señor, el diablo, por el río que se cruza cuando se va hacia el Cantón Pasaquinita, llegando al mercado, se sintió más en ambiente; pues, lo sucio, lo antihigiénico de los puestos y el desorden que prevalecía, eran cualidades del infierno. Siguió su camino y a cada paso: ventas y más ventas; gente trabajadora –pensó Satanás- esto es bueno para mis propósitos, ya que el dinero es una de mis mejores armas para ganar el alma de estos seres que se olvidan de su salvación por unos mugres y apestosos billetes.
Y siguió Satanás su camino, riéndose satisfecho de sus hijos. De repente, en una joyería, ubicada en el Centro Comercial Principal, se oyeron los gritos estridentes de un loco que decía, detrás de una vitrina, a una señora hondureña: “las babosadas no me las regalan vieja negra, váyase mucho a la M…”
Al otro lado de la calle, sentado en la acera, el diablo reía sardónicamente y repetía: ya lo decía, ya lo decía, el dinero es mi mejor arma.
Prosiguió su camino, el ángel caído del cielo, el que antes fuera luzbel. A pocos metros del “Principal”, oyó Satán música de mariachis, gritos de bolos, risas y conversaciones por efectos del alcohol y la sopa de apretadores. Adentro del comedor “Pema”, habían unos cuantos mortales que el diablo aborrecía, por el hecho de que cumplían fielmente uno de sus tantos mandamientos: “Beban hasta emborracharse y gasten el dinero obtenido con el sudor de su frente, inclusive el de sus semejantes”. Luego se retiró del comedor “Pema”, pues, qué había en estar perdiendo el tiempo por unos cuantos bolos, que ya hacía mucho, aparecían en su lista y que no oponían ni la menor resistencia, no, él venía por aquellos que estaban luchando por la salvación de su alma.
Pues bien, pasó nuestro señor por un tal Banco de Comercio, desviándose hacia lo que llamaban “Parque de la ciudad” y observó más de lo que había visto: ventas y más ventas; bolos y más bolos; minicervecerías y más… Pero hubo algo que emocionó a Satán y fue un olor fétido de orines que se respiraba en el ambiente, lo inspiró tanto que dijo las siguientes frases: “Definitivamente, este es mi segundo hogar y de aquí no me voy”.
Gozando Satanás del encuentro de su segundo hogar, fue interrumpido brevemente por unos cuantos campanazos, legendarios y mortecinos como la vida de los mortales, que en su ceguera mental no se percatan de lo efímero e iluso que el tiempo y se pasan perdiéndolo por tonterías y vanidades que allá en el cielo, de nada les servirán. Para Satán, que busca eternizar al hombre por el mal y para el mal, fue simple y sencilla la razón por la que fuera interrumpido esporádicamente de su alegría; pero él es, el eterno feliz, el rey de los hombres y su objetivo primordial es, ganarlos a todos, para ser adorado por todos. El, y nadie más que él, ríe y goza de la debilidad de los hombres; los cuales fingen odiarlo hasta el extremo de horrorizarse de su nombre, pero la verdad, lo aman y lo idolatran, tal es la paradoja.
Las campanas le hicieron rebozar de alegría y felicidad. La iglesia, la iglesia, exclamaba el diablo, en ella yo lucho y gozo porque me dan el placer de la batalla; aunque siempre gano, pero al menos me dan ese placer y es el único lugar donde yo me siento satisfecho y realizado, pues cumplo mi obra: la de tentador. Y ella, la iglesia, es el medio para lograr el fin que me propongo. Definitivamente, Santa Rosa de Lima es lugar apropiado.
El diablo entró a la iglesia, portando un cartelito en su espalda, con la inscripción: “El Chisme”.
Y Dios, en su infinito silencio y en su eterno amor y perdón, lloró infinitamente.

Danilo Vásquez. Editorial 4 semanas. Julio 2003. Santa Rosa de Lima, La Unión, El Salvador.


El tercer trabajo es un cuento del libro “LO QUE DICE EL RÍO LEMPA” del escritor Ricardo Lindo titulado “El juicio en Santa Rosa de Lima”. El libro es la historia hecha magia o el misterio de la historia, de lo que obligadamente llamamos ahora El Salvador.

Ricardo Lindo Fuentes nació en San Salvador el 5 de febrero de 1947 en el seno de una familia "preocupada por los temas culturales". Acompañando a su padre en funciones diplomáticas se traslada a vivir a Santiago de Chile y posteriormente a Bogotá, Colombia. Después de terminar el bachillerato en El Salvador, estudia filosofía y publicidad en Madrid y Psicología en París. A su regreso a El Salvador fue director de la revista ARS de 1992 a 2002. Siendo un artista de muchas aristas ha cultivado la narrativa, la poesía, el teatro, la pintura y el ensayo, en esta última categoría realizó un trabajo sobre la pintura rupestre de la Cueva del Espíritu Santo, localizada en Corinto, Morazán. Para conocer la obra del autor les recomiendo visitar su sitio http://es.geocities.com/ricardolindosv.



En el cuento se desarrolla un juicio por contrabando a un ciudadano árabe. Un profesor, muy respetado en el pueblo “a pesar de ser poeta” interviene en defensa del árabe con el consentimiento del juez. El profesor remonta al auditorio a la época muy lejana en que las fronteras las determinaba más la naturaleza que los hombres, con desiertos inmensos, montañas infranqueables, mares, lagos, con climas impensables y fieras desconocidas al acecho. Los que se atrevían a cruzarlas para llevar noticias, ciencia y productos a través de estas fronteras eran los antepasados del acusado, el oficio lo llevaba en la sangre, como el desierto a la arena. El público terminó embelesado y el juicio se suspendió.

La humanidad, además de instituciones e instrumentos también ha ido borrando y creando delitos según las referencias morales, religiosas y conocimientos de la época; la prostitución, preferencias sexuales, el desempleo disfrazado de vagancia; hasta la misma experimentación científica, como le pasó a Galileo en el siglo XVII y la clonación ahora, han sido perseguidas o cuestionadas por las leyes de cada época. Los aventureros mercaderes, astutos y valientes, admirados como Marco Polo, se convirtieron en contrabandistas cuando el “egoísmo de los hombres” repartió la tierra y se inventaron las fronteras políticas.
El tema del contrabando ha sido permanente en Santa Rosa desde la independencia. Ya en la colonia nuestro pueblo estaba en la ruta a principales ciudades coloniales, como Comayagua en Honduras y León en Nicaragua. Santa Rosa era el último paso común a los viajeros de estas dos rutas, los que iban para Comayagua seguían a San Antonio El Sauce y luego a Saco (ahora Concepción de Oriente); los que viajaban a León tomaban camino a Goascorán y Nacaome. Actualmente Santa Rosa de Lima sigue estando en la principal ruta de los viajeros a Honduras y Nicaragua.
Hoy por hoy el contrabando es delito y si queremos vivir en paz se debe castigar, más todavía cuando la mercancía es semilla de muerte como es el caso de tráfico de drogas o armas, cualquiera sea su rumbo. Pero también se debe recordar que el contrabando de telas, semovientes, añil, café, cigarros, queso, crema, quesillo, gallinas, garrobos, iguanas, oro, medicinas, pericos, curiles, churros, dulces, ropa, chinos, peruanos, y muchos otras cosas y seres, ha sustituido al desierto que no produce, al arrabal olvidado por el gobernante que se preocupa más por tener monumentos y jardines grandiosos en la capital que construir escuelas y hospitales en los departamentos.
Un detalle especial de este cuento es que Ricardo Lindo, el autor, nunca ha estado en Santa Rosa de Lima, pero la conoce por Danilo Vásquez, con quién los une la amistad y las letras, y en efecto, según me lo afirmó el mismo autor, Danilo es el profesor y poeta del cuento, el más indicado para llevar a un jurado a los misteriosos lugares de las tierras del Oriente, hacerlos entrar a los palacios y cortes descritas en Las Mil y una Noches y hacer sentir la poesía y el mismo aire de mar que respiró Simbad.

EL JUICIO EN SANTA ROSA DE LIMA.

El fiscal había sido duro.
El acusado, un joven de grandes ojos negros, miraba tristemente a los jurados. Sabía que el defensor –nombrado de oficio por la Fiscalía- no podía hacer gran cosa.
Lo atraparon pasando un cargamento de ropa por la frontera de Honduras, lejos de la aduana, y los policías lo golpearon tras robarle las mejores prendas.
Los jurados sólo agacharon afirmativamente la cabeza mientras se relataban los cargos en su contra. Era, para colmo, un extranjero, un turco como llamaba el fiscal a los árabes. El, como todos sus congéneres (y el acusador casi se atrevió a decir como sus descendientes y los hijos de sus descendientes) traficaba a costas del dinero del estado. Es más, ni siquiera hablaba bien el español.
Así estaban las cosas, antes que el abogado defensor interviniera, cuando se levantó el profesor de escuela, que se encontraba entre los espectadores, e interrumpió la honorable sesión.
Lo dejaron hablar, quizás porque el estupor detuvo al Juez, o bien porque era conocedor del respeto que el profesor gozaba en la comunidad, a pesar de ser poeta.
Habló pausadamente al comienzo, y poco a poco su voz fue elevándose y llenándose de vida.
Recordó las caravanas árabes recorriendo el ilimitado desierto para llevar, a lomo de camello, las sedas de Oriente a las cortes de Europa, y esas especias por las que un día América sería descubierta. El don de China iba en manos de esos camelleros de ojos oscuros, cubiertos de largas túnicas, a través de los fríos del Himalaya y los calores del África, desafiando los vendavales de arena y la crueldad inocente de las fieras.
Porque eran habitantes de la arena, que no produce nada, se volvieron comerciantes. Esos eran los antepasados del prisionero, cuyo camión era un falso camión, era un camello disfrazado de camión.
El profesor hizo una pausa y continuó.
También El Salvador era un desierto, un desierto poblado de árboles. Recordó su juventud, cuando recorría ciudades y caseríos pagando con acrósticos un almuerzo o un techo ocasional. No de otro pagaba Al-Mutanabi, con sus versos, la hospitalidad de jeques y sultanes en las cortes de Las Mil y una Noches. Sí, también en él, humilde profesor de escuela, había un grano de Al-Mutanabi, el inmortal poeta árabe.
Luego se refirió a los papiros, que crecen en nuestro suelo como a las orillas del Nilo, y a las garzas de los manglares, que se antojaban ibis rosados de Egipto. Las olas que bañaban sus pies en el Puerto de La Unión eran ciertamente las mismas que vieron pasar la embarcación de Simbad el marino.
Volvió aún al acusado. Hijo de un pueblo de errantes, había transgredido una frontera, pero las fronteras, a fin de cuentas, eran el resultado del egoísmo de los hombres, y la tierra era una sola, y para todos había sido creada.
Cuando el profesor concluyó su discurso, los asistentes creyeron haber sido depositados en el suelo por una alfombra mágica.
Todos se alejaron silenciosos, y el juicio ya no tuvo lugar. El acusado salió libre, porque lo contrario hubiera sido destruir el hechizo, romper una copa de Naishapur, despetalar los rosales de Persia, hundir el barco de Simbad.

LO QUE DICE EL RÍO LEMPA. CUENTOS. Ricardo Lindo. Primera Edición Clásicos Roxsil, 1990. Santa Tecla, El Salvador

martes, 26 de mayo de 2009

LA FOTOGRAFIA 8. C.D. MUNICIPAL LIMEÑO 1958

Y para seguir disfrutando con las figuras de antaño del C.D. Mucipal Limeño, esta otra fotografía de 1958-1960, cuando el uniforme todavía era blanco, las pelotas de cuero cosido y los zapatos se hacían artesanalmente en el mismo pueblo, se viajaba en camiones y a los jugadores que no eran de Santa Rosa se les proporcionaba dos colones de viáticos y la dormida.
Los que aparecen en la fotografía son:

Parados:
GUSTAVO MOLINA, CARLOS GUDIEL, JULIO VENTURA, ISIDRO RÍOS, JOSÉ SANTOS BRAVO, SAUL BURUCA, RIGOBERTO OSORTO (LA CABRA), RAÚL NAPOLEÓN FUENTES (EL PELUDO), DAVID FUENTES SURA.
Sentados:
ALFREDO VENTURA (PICHETA), RUBÉN MAJANO (CHANCHERO), FREDY NATIVÍ, PEDRO GERMAN ESCOBAR (PERUCHO, PETACA), LUISI DORÉ PADILLA (TITO PADILLA).

De esta fotografía hay una versión retocada a colores que la poseen el profesor Tito Padilla y otra don Isidro Ríos. La que aquí aparece me la proporcionó don Isidro Ríos.

LA FOTOGRAFÍA 7. EL MUNICIPAL LIMEÑO 1965.


Estimados santarroseños, les presento esta joya de fotografía del equipo de nuestro amores, el Club Deportivo Municipal Limeño. Aunque no se ha logrado establecer una fecha exacta, fue tomada entre los años de 1965 y 1968 en el Estadio Juan Francisco Barraza de San Miguel. La fotografía la propoporcionó muy gentilmente el profesor Luisi Doré Padilla, mejor conocido por Tito Padilla, quién aunque jocoreño de nacimiento, Santa Rosa de Lima bien podría ser su patria futbolera. Debido a la importancia que tiene el Limeño para nuestra comunidad merece un trabajo aparte, pero por ahora, teniendo esta fotografía no se puede esperar para disfrutarla.
De izquierda a derecha los que aparecen en la fotografías son:
Parados: SALVADOR VEGA, RIGOBERTO OSORTO (LA CABRA), EUGENIO ROMERO (EL VENADO), BLAS MARTÍNEZ (EL TANQUESITO), DIMAS LIZAMA, ISIDRO RÍOS (CHIRO), ALVARO BEDEAS TORRES (CANILLA).
En cuclillas: LUISI DORÉ PADILLA (TITO PADILLA), EL GALLO, FRANCISCO PARADA (PACO PACHA) Y EDGAR GUTIERREZ.
Espero que la disfruten, y, si los estimados lectores tienen una fotografía o conocen a alguien que poseea alguna del C.D. Municipal Limeño pueden hacerle saber a su servidor (Tel.: 7101-5374, 2660-3182) para tratar de conseguirla y compartirla.
Nota 1: la fotografía no se ha modificado digitalmente para mostrar su traginar a través de los años.
Nota 2: Nuestro lector Carlos H. hizo la corrección del nombre de Francisco Parada (Paco Pacha), que inicialmente se habí identificado como Francisco Ayala (Pacha). Agradezco su aporte. Esta acción nos confirma que entre todos los santarroceños podemos construir nuestra historia.
Nota 3: Salvador Vega, el portero de la foto, me visitó hace unos días y me afirmó que esta fotografía es de 1965, lo cual asegura porque ese año fue el único que jugó con el C. D. Municipal Limeño. De tal modo que damos sentado que la fotografía es de 1965, a menos en el futuro aparezca otra información.

sábado, 16 de mayo de 2009

El GATO ROMANO 6Y. NO HAY MAYO SIN ROQUE.

El primer libro que leí de Roque fue la primera edición de “La ventana en el rostro”, reeditada por la Editorial Universitaria en 1980, que también fue su primer libro; todavía lo conservo un poco desvencijado, lo compré allá por 1985 a un precio de cinco colones cuando llegué a San Salvador para continuar mis estudios de ingeniería. Sin explicaciones, me gustaron los poemas “Y sin embargo, amor…”, “La ducha” y “Por qué escribimos”. Les transcribo a continuación el primero,

Y SIN EMBARGO AMOR.

Y sin embargo, amor, a través de las lágrimas,
yo sabía que al fin iba a quedarme
desnudo en la ribera de la risa.

Aquí,
hoy,
digo:
siempre recordaré tu desnudez entre mis manos,
tu olor a disfrutada madera de sándalo
clavada junto al sol de la mañana;
tu risa de muchacha,
o de arroyo,
o de pájaro;
tus manos largas y amantes
como un lirio traidor a sus antiguos colores;
tu voz,
tus ojos,
lo de abarcable en ti que entre mis pasos
pensaba sostener con las palabra.

Pero ya no habrá tiempo de llorar.

Ha terminado
la hora de la ceniza de mi corazón.

Hace frío sin ti,
pero se vive.

Roque Dalton
La ventana en el rostro
.

viernes, 15 de mayo de 2009

El GATO ROMANO 6X. NO HAY MAYO SIN ROQUE

NO HAY MAYO SIN ROQUE.
Hace unos años, cuando mi sobrina Sonnel se preparaba para partir a España a estudiar una maestría le recomendé que se informara sobre los tres salvadoreños más conocidos universalmente: Roque Dalton, Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Jorge "El Mágico" González. Seguramente en cualquier conversación preliminar con algun español, cualquiera de estos nombres surgiría en cualquier momento y no decir nada sobre ellos sería como no conocer el significado de nuestros maravillosos vocablos como "volado", "pisto", "duro-blando","engorgono", etc.; o como nos avergonzó a todos los salvadoreños el expresidente Flores en Panamá cuando torció la historia de El Salvador para argumentar a Fidel Castro.
Desde 1975 los mayos no han sido los mismos en El Salvador y en otros países como México, Argentina, Ecuador y otros; es la fecha obligada para recordar el trabajo literario de Roque y su amor oceánico a este pequeño país con "fechas horribles" y patriotas descalzos.
Roque salió barato, en mayo nació y murió y no hay tumba a dónde llevarle flores, por eso es que cada salvadoreño que lo conoce conmemora su nacimiento y su muerte en su corazón y en su mente, releyendo alguno de sus libros o poemas o leyendo un artículo de autor vernáculo o foráneo de los ríos de tinta y kilobytes que corren en los periódicos, revistas y en el internet sobre el tema. Para no quedarme callado recopilé las fotografías que pude de las fuentes a mi alcance con la idea de hacer un collage, me salieron dos con veinte imágenes cada uno. Las principales fuentes son El Ciervo Perseguido de Luis Alvarenga, Roque Dalton: El turno del poeta de Javier Alas, el periódico digital Contrapunto y el Colatino. Me pareció buena idea porque en un mismo espacio se puede contemplar los otros rostros del poeta, el de hijo, el padre, el esposo, el amigo, el intelectual, el exiliado, etc. Para conocer mejor a Roque Dalton, les recomiendo el periódico digital http://contrapunto.com.sv/ dirigido por Juan José Dalton, uno de los hijos del susodicho"interfecto, esquinero y sospechoso".


lunes, 6 de abril de 2009

EL RETRATO DE GERARDO BARRIOS EN LA VILLA DE SANTA ROSA


Hasta ahora, la historiografía de El Salvador, se ha ocupado de los temas trascendentales, -como la conquista, la colonia, la economía- y centrado principalmente en San Salvador y el resto del país como un todo. Y es lógico, con las penurias que nos han acompañado hasta nuestros días, pocos historiadores se han de animar a mostrar lo que ha ocurrido en los pueblos fuera de las principales ciudades. La zona oriental no escapa a esta carencia y poco se ha dado a conocer de las repercusiones en sus pueblos que han provocado las transformaciones que se han reflejado en la gran capital. La época posterior a la independencia fue, particularmente, un período de gran actividad en la zona, se invadía San Miguel, se libraban cruentas batallas en Pasaquina, se fundaba Nueva Esparta con guerreros provenientes de Honduras, por el puerto de La Unión se embarcaban y arribaban tropas, huían funcionarios y llegaban invasores, en fin, al igual que la pasada confrontación civil, los pueblos de este lado del Río Lempa, también sufrieron de esos conflictos, y sus miedos, aflicciones, esperanzas y triunfos no se han escrito aun como s debiera. Con toda la humildad de un amateur y gracias a la primera colaboradora en San Salvador de El Güiricero, Rocío Claribel Fuentes Cruz, el presente trabajo presenta un hecho documentado que es una muestra de la propagación de esas ondas políticas que alcanzaron a la zona oriental y en particular a Santa Rosa de Lima y sus pobladores. El héroe nacional Capitán General Gerardo Barrios fue un militar y político querido y odiado, que maniobraba sigilosamente en el convulsionado ambiente político de la época, así se produjo una de las primeras campañas publicitarias masivas de un presidente para promover su imagen que consistía en el envío de su Retrato a las alcaldías y gobernaciones del país.




Después del fracaso de la Federación Centroamericana, El Salvador vivió una confrontación política entre liberales y conservadores, que generalmente resultaban en expulsiones, invasiones y guerras entre países vecinos. Las principales causas del fracaso de la Federación como la incompleta conformación económica y social de las provincias centroamericanas, las personalidades caudillescas, la contraposición del criollismo (de proyección liberal) a la aristocracia guatemalteca y el localismo que se resistía a supeditar las provincias a la antigua capital colonial[i], siguieron siendo en mucho, las causas de los enfrentamientos entre liberales y conservadores. Ambos grupos políticos dirigieron sus esfuerzos para encaminar al país hacia la prosperidad que los caudillos veían en los países europeos y el más cercano Estados Unidos y los apenaba la comparación con su patria[ii]. Este esfuerzo fue “escabroso” y ambos grupos lo emprendieron “entre los matices de confrontaciones de grupos opuestos con ideas políticas muchas veces coincidentes y confundidas con intereses particulares, rivalidades entre líderes, autoritarismos patriarcales, alianzas y lealtades ganadas o perdidas, y revueltas que derrocaban a un caudillo tras otro.”[iii]
Uno de los actores, y quizás el más conocido actualmente, fue el General Gerardo Barrios. De desdencia directa de españoles, nacido en 1813 en una fecha y lugar que todavía está en disputa[iv], se enroló en el ejército de Morazán a los 16 años y lo acompañó en la batalla de Gualcho el 6 de julio de 1828. Fue miembro del partido liberal y gran defensor de la causa de la unión Centroamericana[v]. Después de asumir la presidencia, primero provisionalmente en 1858 y luego constitucionalmente en 1860, impulsó el liberalismo basado en:



  • Reorganización de las finanzas públicas.

  • Apoyo a la producción del café y las actividades relacionadas con la elaboración de la seda.

  • Creación de una institución armada de carácter permanente y profesional.

  • Promoción de la separación de la iglesia y el estado.

  • Separación de la educación escolar de la iglesia. [vi]

Estas reformas, y principalmente las relacionadas con la separación de la iglesia del estado le ocasionaron conflictos internos, principalmente en la zona occidental, y posteriormente la invasión de guatemaltecos al mando de Rafael Carrera en apoyo a los conservadores y los clérigos que estaban exiliados en Guatemala.
Barrios fue muy dado a promover su figura; cuando asumió el poder provisionalmente durante el período de Miguel Santín, aprovechó su cargo para promoverse y ganar popularidad, a través de la organización de festejos y actos públicos; con la celebración de actos cívicos y religiosos; en ocasión de la inhumación de los restos de Francisco Morazán “se decía que el general Barrios, al destacar la figura de Morazán, promovía la suya”[vii]. Para 1861, Barrios emprendió una campaña publicitaria para contrarrestar los ataques de la oposición que desde Guatemala enviaba hojas sueltas llenas de insultos contra su persona, se le increpaba su “carácter y mal gobierno, se le tildaba de tirano, traidor, malvado y cobarde, causante de muchas muertes, injusticias y emigrados del país[viii]. La campaña consistía en enviar su retrato a los municipios en donde era recibido con solemnidad por las máximas autoridades políticas; las salvas de artillería y dianas anunciaban el acto desde las primeras horas de la mañana, se adornaban las calles con arcos triunfales y las casas de los vecinos se vestían de cortinas y banderas, se pasaba revista a las milicias y realizaban maniobras frente a los cabildos; el retrato era escoltado por las autoridades municipales y vecinos humildes y distinguidos, acompañados en algunas ocasiones por los curas que apoyaba a Barrios y otras personalidades.


El 18 de marzo se colocó el retrato en la sala de la Gobernación del Departamento de Cuscatlán, el 6 de abril, en la Gobernación de La Paz, el 15 de mayo llegó a San Miguel, el 19 de mayo es colocado en la sala municipal de San Vicente, el 25 de junio en Coatepeque, en 4 de julio en Chalchuapa, el 7 de julio[ix] le tocó el turno a la Villa de Santa Rosa en el Departamento de San Miguel, el 4 de agosto el retrato llegó a Atiquizaya.[x] Las autoridades encargadas del recibimiento del retrato levantaban un acta con todos los detalles de la celebración y se enviaba a las gobernaciones respectivas para que fueran publicadas en la “Gaceta Oficial”. En el caso de Santa Rosa se redactaron dos actas, una el 7 de julio de 1861 antes de la llegada del retrato y otra el día siguiente, ambas aparecieron el 24 de julio en la Gaceta Oficial, Tomo 9, Nº 88. En la primera se excita a los vecinos a adornar las calles, puertas y ventanas por donde pasaría el retrato, comenzando desde el río; se establece que la municipalidad se acompañe de una comitiva de notables a caballo para conducir el retrato hasta colocarlo en el lugar designado, previo paseo por las calles para que los vecinos tengan oportunidad de verlo y vitorearlo, y, que los actos serán presididos por el comisionado visitador Don Camilo Galván. La segunda acta contiene detalles de la llegada del retrato y del comisionado Galván. El retrato y el comisionado llegaron escoltados por 80 dagones armados con lanzas traídas de Jocoro y 40 fusileros de la plaza de San Miguel, incluidos un piquete de veteranos, “que hicieron los honores de ordenanza con repetidas salvas de fusilería”; los primeros iban al mando del Capitán Tiburcio Mata y los segundos del Capitán Cecilio Funes. Guarecido por dos arcos triunfales portátiles, el retrato recorrió las principales calles de la villa hasta llegar a su “decente colocación” en el “despacho principal” de la alcaldía. Según el relato de la segunda acta el pueblo “victorió (victoreó) con entusiasmo” el retrato de Barrios durante su recorrido que concluyó con la invitación a un refresco para los asistentes. Después de develar el retrato, el comisionado visitador Don Camilo Galván, pronunció su discurso oficial demandando principalmente de empleados públicos, “desde el más encumbrado hasta el más humilde”, y de todos los ciudadanos en general, a no “eludir” los “mandatos ni tergiversar” las disposiciones del “Gobernante supremo” y colaborar en “la obra de regeneración que S. E. se propone”, pensando más en las próximas generaciones que en los contemporáneos. Los encargados de la recepción del retrato recayó en el consejo municipal integrado en esos momentos por Secundino Parada, regidor y actuando como alcalde depositario; Juan Treminio y Paulino Ventura como regidores; Paulino Melgares, síndico y José Timoteo Bonilla como secretario.
Santa Rosa debió tener menos 4000 habitantes y alrededor de unas 600 familias[xi], limitada por el río de Santa Rosa por el sur y el oriente, la quebrada del Cabildo por el norte y la altura en donde actualmente se ubica el Grupo Escolar Centroamérica por el poniente.
La llegada del Retrato debió ser un acontecimiento de gran relevancia, las dificultades de comunicación de la época, que consistía principalmente en carretas y caballos para el trasporte y el correo para las comunicaciones, propiciaban avidez de noticias frescas en la población y aún en las autoridades mismas. La actividad despertada por los preparativos, la especulación por los asistentes, la llegada de los militares y de un vocero del mismo “Gobernante Supremo”, eran suficientes motivos para que el acto tuviera toda la trascendencia de un acto político de importancia. El acto en sí representaba la adhesión o distanciamiento de las autoridades locales y de la población a su presidente. La historia registra que las poblaciones que apoyaban a Gerardo Barrios solicitaban el envío de su Retrato. Los asistentes era otro indicador del apoyo al gobierno; por ejemplo, en franca discordia con la iglesia católica, habían curas que acompañaban los actos de recibimiento del retrato, como es el caso de Zacatecoluca[viii]. En el caso nos ocupa cabe resaltar tres circunstancias de las cuales se podría desprender que posiblemente la Villa de Santa Rosa no era, lo que se podría llamar, devota de Gerardo Barrios. La primera es la inmediatez al acto con que, según la primera acta, se invita a los vecinos para adornar las calles puertas y ventanas justo el mismo día del acto; considerando los objetivos políticos que perseguía tal evento, éste debió de ser objeto de una coordinación con mucha anticipación entre el gobierno central y la municipalidad. La segunda es la ausencia del Alcalde y la inexistencia de la más leve referencia a su persona en las dos actas publicadas, una delegación de su investidura en otra persona, o una excusa diplomática de su inasistencia al acto de recibir, nada menos que al retrato de S. E. y a su comisionado, podrían significar una fractura en el concejo municipal. La tercera es también la ausencia del cura, cuya presencia o ausencia, debía de ser muestra suficiente del apoyo o repudio a Gerardo Barrios y a sus políticas de separación de la iglesia católica y el estado. También se puede añadir la ausencia de los jueces, comandantes de plaza y otras personalidades de la localidad.

El Retrato debió haber entrado por la Avenida General Bernardino Larios, desde el río, como lo menciona el acta del 7 de julio. Para la época no existía el puente y la entrada al casco urbano era por un callejón que se desprende desde la entrada actual a la colonia La Ponderosa, atraviesa el río en una de las zonas de menos profundidad y plana, y conecta con la Avenida General Larios. Según recuerdo, hasta mediados de los años setenta este callejón era utilizado por carreteros y jinetes para ingresar al casco urbano. Al llegar al parque, seguiría su periferia para continuar con el resto de calles principales, para terminar frente al cabildo en dónde se enarboló el pabellón nacional, se rindieron los honores con maniobras de los 80 dragones armados con lanzas y salvas fusilería de los 40 fusileros de la plaza de San Miguel. Luego se ingresaría a la alcaldía para develar el Retrato y culminar con el discurso del comisionado Don Camilo Galván.

[i] Enciclopedia de El Salvador, OCEANO Grupo Editorial, Tomo 2, pág. 253
[ii] El Salvador, La República 1808-1923, Tomo I, Fomento Cultural del Banco Agrícola, 2000. Pág. 187.
[iii] Idem.
[iv] En Wikipedia aparecen como fechas probables de nacimiento 3 de octubre y el 24 de septiembre de 1813. Los posibles lugares de nacimiento serían: Ciudad Barrios, Sesori y Nuevo Edén de San Juan. (http://es.wikipedia.org/w/index.php?oldid=24580847). En el libro El Salvador, La República 1808-1923, consigna como lugar de nacimiento la Hacienda Espíritu Santo, en San Miguel, el año de 1813.
[v] http://es.wikipedia.org/w/index.php?oldid=24580847).
[vi] Enciclopedia de El Salvador, OCEANO Grupo Editorial, Tomo 2, pág. 261 y Historia de El Salvador, Equipo Maíz, 1ª reimpresión de la 4ª edición, 1999. Pág. 65.
[vii] El Salvador, La República 1808-1923, Tomo I, Fomento Cultural del Banco Agrícola, 2000. Pág. 197
[viii] El Salvador, La República 1808-1923, Tomo I, Fomento Cultural del Banco Agrícola, 2000. Pág. 198.
[ix] En las Anotaciones Cronológicas de Monterrey aparece que la visita se realizó el día 10, pero el acta de recibimiento publicada en la Gaceta Oficial tiene fecha 7 de julio.
[x] Historia de El Salvador, Anotaciones Cronológicas, 1843-1871, Tomo II, Francisco J. Monterey. Editorial Univesitaria, 2ª edición, 1978. Pág. 272-275.
[xi] GEOGRAFÍA ELEMENTAL DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR, Guillermo J. Dawson,. Guillermo J. Dawson, en su libro GEOGRAFÍA ELEMENTAL DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR, Pag. 71, publicado en París en 1890, dice que Santa Rosa “es una ciudad bonita y progresista, de calles rectas y empedradas. Está dividida en cuatro barrios, llamados El Calvario, La Esperanza, El Convento y El Recreo. Su clima es sano”. “Población: 4300 almas.” Estos valores se han obtenido haciendo una consideración grosera de 4000 habitantes para 1861 y un promedio de 7 miembros por familia.

lunes, 30 de marzo de 2009

LA FOTOGRAFIA 6. PROMOCION DE 6º ESCUELA DE VARONES CENTRO AMÉRICA


Les presento esta valiosa fotografía de la promoción de 1971 del sexto grado de la Escuela de Varones Centroamérica y quiero resaltar la colaboración de los santaroseños para rescatar nuestra historia. Esta y otras fotografías de valor histórico fueron proporcionadas al Güiricero por Colombo Romero y en la identificación de los graduandos participaron con mucha motivación, nuestro colaborador Omar Vásquez, el Lic. Juan Granados y Ricardo Díaz (Cabito). Es una satisfacción personal porque en esta participación se logra uno de los objetivos de es blog, el de motivar a la comunidad de Santa Rosa de Lima a rescatar juntos nuestra historia.
De izquierda a derecha aparecen:
Primera Fila:
Tin Ortiz, Chepe Recio, Paco Reyes, Pasaquinita, Israel Umanzor (Catochón), Alfredo Herrera, Luis Herrera, Luis H. Rosales, Salvador Medina, Santano Romero(Coneja), Salvador Flores Murillo, Pedro Escobar(Pasaquinita).
Segunda Fila:
Jorge Escobar (Corruncha), Neto Martínez(Machulín), Nolasco, Simón (de don Juan), Toño del Cid(Pachango), Alexis Sorto, Estanislao (Tanito) Romero, Rutilio Villatoro(Tepezcuintle), Francisco Sorto(Panchi), Tico(Mora) Sosa, Oswaldo Rosales, Rufino Ventura(Papachico).
Tercera Fila:
Arístides Vásquez, Virgilio Romero(Las Cañas), José Ricardo Díaz(Cabito), Trinidad Morales, Neto del Cid(Pachango), Profesor Manuel Antonio Sariles, Julio González(Moneda), Carlos Velásquez(Torito), Raúl Cálix(Cutiño), Jorge Girón(Chino), Oscar Vásquez.
!Que la disfruten!

GANÓ EL CAMBIO, PERDIÓ EL MIEDO.


Sin duda alguna, los salvadoreños estamos viviendo momentos históricos. Por primera vez desde el nacimiento de la República de El Salvador, un partido nominalmente de izquierda ha ganado las elecciones para asumir la dirección del poder ejecutivo. Un 51.3% de la población decidió que se necesita un cambio en la conducción de la administración pública, mientras que un 48.7% votó por la opción del continuismo.
Por primera vez, en el desarrollo de las 4 campañas anteriores, el fmln (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional) como la primera fuerza política en la oposición tomó la iniciativa desde el principio. Su principal estrategia fue la selección como candidato a la presidencia del periodista Carlos Mauricio Funes Cartagena, popularmente conocido como Mauricio Funes, persona no militante con una presencia en la televisión por más de dos décadas. Su trayectoria profesional marcada principalmente por su independencia, que lo llevó a enfrentar en varias ocasiones al gobierno de turno y a recibir represalias, el cierre de algunos de sus programas, como el editorial “Sin Censura”, y hasta el despido de Canal 12, lo ubicó en el imaginario del pueblo como una persona honesta, independiente, con una posición ante la realidad nacional y del lado de los más necesitados.
La estrategia de la izquierda se convirtió en la invitación al electorado a ser parte de una relación simbiótica con el fmln y Mauricio Funes de la cual los participantes sacarían el mejor provecho. Las principales fuerzas de esta simbiosis fueron:
a) El fmln necesita de Funes para evadir la tradicional campaña de terror y miedo, en la cual se evoca la participación de sus principales dirigentes en la pasada guerra civil, principal arma con que ARENA los ha derrotado en las 4 campañas pasadas.
b) Mauricio Funes, con su carisma, popularidad y reputación, capaz de convencer a los indecisos, necesita de la organización política y la base electoral del fmln para superar a ARENA.
c) El electorado, ansioso del cambio, necesita de un candidato ganador y un partido político que represente sus aspiraciones y sea capaz de impulsarlas.
En sus inicios, la campaña tuvo sus máximas expresiones en la convocatoria a grandes masas de militantes, en lo cual el fmln marcó el paso con la proclamación de su candidato el 11 de noviembre de 2007 en el estadio Cuscatlán, la estructura con mayor capacidad para este tipo de concentraciones en el país. ARENA se vio en obligada a emular la acción, y también allí presentó a su fórmula presidencial formada por el Ing. Rodrigo Ávila y el Ing. Zabhla, el primero surgido de un cuestionable mecanismo de selección impuesto por Tony Saca, que algunos hasta lo compararon con un reality show; el segundo llegó a la candidatura después de un libro y entrevistas televisivas a montón, en las cuales abiertamente propugnaba por la salida de ARENA del poder, como primer paso para dirigir al país hacia un nuevo norte; también tuvo un flirteo con la izquierda moderada y con el mismo fmln para formar un bloque del cual él sería el candidato a presidente. En realidad los candidatos de ARENA tuvieron un comportamiento, en el pasado inmediato a la elección, que lindó entre la improvisación, el oportunismo y hasta lo bufo.
Definidas las “fórmulas” de los principales contendientes, la campaña comenzó mucho antes de lo legalmente establecido. Apareció la campaña ilegal y sucia, principalmente por parte del partido oficial, que haciendo uso de una matonería institucional, cobijada bajo la alcahuetería del Tribunal Supremo Electoral, propició la participación de funcionarios de gobierno, encabezados por el Presidente de la República, y el uso recursos del estado en la campaña electoral. También entraron al escenario las organizaciones cuasi fantasmas como el Frente Femenino Salvadoreño, Fuerza Solidaria, etc. Lo mismo hicieron los extranjeros, que en abierta violación a las leyes nacionales, de nuevo desfilaron ante los medios de comunicación con sus advertencias, que más bien eran justificaciones de las derrotas que la derecha ha sufrido en Venezuela, Bolivia, Ecuador y otros países del sur que han emprendido, desde hace más de una década, un gobierno diferente, más democrático, preocupados por las grandes mayorías y no por grupos oligárquicos. Los medios de comunicación tradicionales de nuevo mantuvieron la parcialidad vergonzante a favor de ARENA que les ha caracterizado hasta el propio día de la votación; este tema está tan claro para cualquier salvadoreño que toda opinión al respecto resulta una perogrullada.
Por su parte el fmln montó una campaña diferente, basada en una publicidad no contestaria y con una inversión, que aunque menor a la de ARENA, tuvo la capacidad de hacer llegar los mensajes adecuados en el momento indicado a la población. Otro apoyo de la campaña del fmln fue la creación de la organización “Los amigos de Mauricio”, que sin necesidad de mediar legalización alguna, propició un espacio para los ciudadanos, que sin ser militantes del fmln, estaban dispuestos a apoyar a Funes y/o sacar a ARENA del poder.
La campaña para diputados y alcaldes no presentó grandes variaciones tanto en el contenido como en las estrategias, las encuestas daban por favorito al fmln, inclusive en San Salvador, en donde se dio un resultado que modificó la estrategia de todos los partidos políticos. ARENA se oxigenó con el triunfo de Norman Quijano en San Salvador, y los analistas políticos de derecha y los periodistas, transformaron la capital más sucia y desordenada de Centroamérica en la “joya de la corona”. Sin embargo con un Rodrigo Ávila que no levantaba cabeza y un Arturo Zablha que no sumaba, ARENA decidió jugarse el todo por el todo pactando con sus tradicionales aliados, el PCN y el PDC, el retiro de sus candidaturas. El PDC no tuvo complicaciones pero al gurú de los estraperlos políticos, Ciro Cruz Zepeda, le pasó la del mono más listo, los candidatos Chévez y Garciaguirre, no aceptaron su retiro y con un reflejo de mínima dignidad denunciaron la maniobra y Chévez terminó como orador en el acto de cierre de campaña del fmln.

En las dos o tres semanas previas a la votación se dieron varios hechos que fijaron en la mente del votante la bandera del partido político que marcarían el 15 de marzo.
El primero fue la declinación de Ávila a participar en un debate promovido por la cadena CNN en español, con el burdo argumento de que ésta favorecería a Funes debido a su condición de antiguo corresponsal. El segundo hecho fueron las entrevistas hechas por Jorge Ramos de Univisión a cada uno de los candidatos; mientras Funes contestó con firmeza y claridad, Ávila de nuevo se descompuso, primero cuando Ramos dibujó la contienda electoral entre policías y periodistas y después, cuando le preguntó si había faltado al segundo mandamiento de la ley de Moisés de “No Matarás”. Ambos episodios mostraron la capacidad oratoria y claridad de pensamiento de Funes ante la alocución farfullada y la mente farragosa de Ávila. El tercer hecho fue un traspié para el fmln, uno de los bancos del sistema, o la fiscalía, filtró a la prensa el préstamo millonario que el empresario Nicolás Salume hizo a Funes para financiar su campaña. A pesar de la grave amenaza que esto representa a la independencia de la actuación de Funes como presidente, el enamoramiento entre la población y el candidato del fmln hizo ver el hecho como otro golpe bajo de la derecha a su candidatura. Sin embargo, una cosa está clara: para bien o para mal, Funes no es el candidato exclusivo de los pobres de El Salvador. El cuarto hecho fue la publicitada adhesión de miembros prominentes del resto de partidos políticos a las fórmulas participantes. En un acto de madurez y dignidad política, las bases de los partidos políticos del PCN, PDC, FDR y otras agrupaciones, ignoraron completamente los pactos de sus respectivas cúpulas. De nuevo el fmln gano el pulso, logró adhesiones de políticos reconocidos y con prestigio ante la población, como Héctor Dada, Héctor Silva, la ex-rectora de la UES; por su parte, ARENA se adhirió políticos, con un dejo de revanchismo contra el fmln, como Julio Hernández, René Canjura, y el que resultó ser el fiasco de la votación, Will Salgado, a quién la población de San Miguel, por fin le dio la espalda y se vislumbra una conciencia general de los migueleños de que la principal ciudad de la zona oriental, merece algo más que carnavales de “choto”.
La votación se llevó a cabo con tranquilidad, sin grandes hechos fraudulentos que se habían denunciado. El candidato de ARENA terminó con el discurso de la derrota, calificado como su mejor discurso de campaña. Funes terminó celebrando junto al fmln, no en la Plaza Cívica o el Parque Libertad dónde han ocurrido muchos los hechos más heroicos de la izquierda salvadoreña, sino en el Redondel Masferrer, el portal de una de las zonas exclusivas de San Salvador. Puros símbolos ¿no?

viernes, 13 de marzo de 2009

LA FOTOGRAFÍA 1 BIS. ALUMNAS DE LA ESCUELA DE NIÑAS "TRINIDAD SÁNCHEZ DE QUEZADA", 1969


Esta fue la primera fotografía que apareció en este blog, fue proporcionada por mi hermana Olga Nohemí y fue tomada hace !40 años!, en 1969, en la Escuela Centroamérica. He decidido mostrarla de nuevo porque ahora, gracias a mis hermanas Milady y Nohemí, y la profesora Lila Ventura, se han identificado a 33 de las 39 personas que aparecen. Todas son alumnas y profesoras de la Escuela de Niñas "Trinidad Sánchez de Quezada". Espero que muchas de las que aparecen vean la fotografía y si quieren tenerla, toménla, es de ustedes también, además les agradecería identificar a las que todavía faltan; también sería grandioso que compartieran con nosotros sus recuerdos, alguna anécdota, ¿qué andaban haciendo tantas cipotas en la escuela de varones?. Pueden compartir otra fotografía, etc. Bueno, un cordial saludo a todas las que todavía nos acompañan en este mundo y un recuerdo cariñoso a las que ya no. Que la disfruten. Los nombres de las cipotas y profesoras son:
Primera Fila:
Reyna Fuentes, Cándida Velásquez, Alumna A, Marta Lilian Fuentes, Rosa María Fuentes Zayas, Amada Rosa Hernández Cárcamo, Haydé Contreras, Alma García, Consuelo Hernández, Marta Alicia Somoza, Alma Chavarría, Zoila Mérida Bonilla.
Segunda Fila:
Alumna C, Nelly (¿Claribel Sánchez?), Cristela Velásquez, Lourde Espinal, Alumna D, Petrona Menjívar.
Tercera Fila:
Haydé, Nora Luna, Lila Ventura, Profesora Erlinda Moreira de Vásquez, Profesora Reyna Majano, Argentina, Juana Martínez, Rina Maribel Turcios, Alumna E, Consuelo Rosales, Antonia Villatoro, Carmen Amaya, María Félix Rosales.
Cuarta Fila:
Dolores Ventura, Alba Marina Ventura, Lilian Portillo, Sandra, Olga Nohemí Fuentes Romero, Deysi Consuelo Romero, Aurora, Patrocinia.