viernes, 12 de diciembre de 2008

LA FOTOGRAFÍA 3. DESFILE DE CARROZAS, 1975.


El día de ayer con nuestro amigo Omar Vásquez, mejor conocido como "Omar El Piru", visitamos el restaurante "El Menú de Doña Paula", localizado en el Barrio Las Delicias contiguo al tiangue, y nos encontramos, colgado en un cuadro, esta magnifica fotografía. Muy amablemente Don Juan (Juan Manuel Salmerón) nos la proporcionó para mostrarla a nuestros amigos de El Güiricero. Según Don Juan, quien es el carretero que conduce a los bueyes, fue tomada en 1975 durante la presentación de las candidatas a reina de las fiestas patronales. La carreta está enfilando hacia el sur sobre la avenida General Bernardino Larios; a la izquierda se ubica la alcaldía y se puede observar la baranda de madera que se instalaba en el corredor para ampliar el espacio de la alcaldía para los asistentes a los bailes que allí se daban. Al fondo y a la izquierda está la Farmacia San Antonio, la cual todavía es administrada por la misma familia. A la derecha se observa la Tienda La Merced y los "palos" de hule del antiguo parque. Ese año se decidió presentar de esta forma a las candidatas, se arreglaron las carretas, los bueyes se enjaezaron y hasta el carretero vestía para la ocasión; y debió ser un éxito debido al concurrido acompañamiento de cipotas y cipotes. La candidata es Claribel Velásquez, hija del ya fallecido Carlos Velásquez y actual esposa de Ramón Cruz hijo. Las dos cipotas tomadas de la mano que se observan en primer plano a la izquierda son Lourdes ("La Pepa") y Mary Ortez, que parece que es la única que repara en el fotográfo. Nótese la mesa de "frescos" que se puede observar entre Lourdes y Mary. Estas mesas eran utilizadas por las mujeres que vendían "frescos", las cuales se multiplicaban durante las fiestas. Se fabricaban especialmente para la preparación de "frescos", tenían depósitos para mostrar las gaseosas de diferentes sabores; poseían unas varillas de madera para almacenar los vasos de vidrio y abajo, entre las patas de la mesa se construía un depósito para resguardar los utensilios (estos detalles se pueden observar ampliando la fotografía). Recuerdo que en esa época no era muy frecuente tomar gaseosas y la gente prefería tomarse un "fresco" de tamarindo, de carao, de ensalada, de cebada, de tiste, y, si uno andaba "pisto", uno de cebada, carao o tiste acompañado con leche. Los "frescos" se preparaban con hielo raspado (se hacía con el "cepillo de raspar hielo") y se endulzaban con "jarabe". Se vertía el fresco ya preparado, el jarabe y el hielo raspado, en un vaso de aluminio que se tapaba con una tapa especial para ello y se batía con fuerza para servirlo inmediatamente en un vaso de vidrio. En esa época, en el parque existían dos ventas permanentes de "frescos": la de Doña Aminda, en la esquina opuesta al Bazar Primavera y la de Doña Sara, frente a la tienda La Merced.
Agradecemos infinitamente a Don Juan por conservar esta maravillosa fotografía y por tener la amabilidad de permitirnos compartirla con ustedes.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

EL GATO ROMANO 4. REVISTA CULTURAL XILONEM.

He tenido la oportunidad de tener en mis manos el ejemplar Nº2 de la revista cultural Xilonem, editada por el profesor Danilo Vásquez y uno de los pocos esfuerzos en el escabroso campo cultural que se han dado en Santa Rosa de Lima. Me he congratulado porque en la publicación aparecen poemas de varios autores locales, entre ellos Ricardo Cruz (Chele Americano), actual diputado del fmln; la joven Ledis Claribel Romero y los jóvenes Joel Adán Ventura Melgar, quién se desempeña como locutor en la Radio La Fabulosa; y René Anastacio Benítez, hijo del actual alcalde. Ojalá que estas personas hayan seguido escribiendo y tengamos la oportunidad de ver sus trabajos recientes.



A continuación los trabajos.




POEMAS DE RICARDO CRUZ




Comienzan a dolerme
alas de océano en encuentro,
en el voraz incendio de nuestros cuerpos,
reaciendo viejas huellas, viejos rostros
en el momento que se esparcían
como una inmensa rosa.

…Por los peldaños últimos del día
subo a mi rastro de inflamaos desafíos
siento en mis muslos frías las entrañas
crucificadas las raíces de mis sexo
por la ausencia de tus pétalos.

Subo a los peldaños del alba
con amargos soliloquios
con mi silenciosa y tibia tristeza
y ajada mi agonía.

Es como si fuera ayer
pero merecemos más que ayer

Dónde vás?
dónde voy?
dónde vamos?
a la senda del recuerdo?
de hoy, de mañana, de siempre?

Tan poco para tanto amor!

Así como tu díces,
mis manos de niño travieso
se enredan en tus senos.
Así recorren
el infinito océano de tu cuerpo
explorándolo
para elevarte al éxtasis de mi ternura.

Aún me queda de ti
una imagen confusa
borrosa
un celuloide de culpa
y pena moral.


A MI HIJA

Como azotado por ráfagas de frío
temblando
no sabía que era viejo, niño o tenía edad.

Infinitos fueron los días de la inmisericorde ausencia
minúsculos pero llenos de todo
los pocos minutos en que te sueño
inmensa antesala de cumpleaños.

RICARDO CRUZ.







CALLES.


Caminar sobre ellas.
Rostro que el viento borra,
riñas, tragedias. Dios socorra!
Libra del horrendo perjuicio a la niña bella.

Calle gris y dura.
Estrechas le parecen al peregrino,
aunque se presente como desatino.
Pobres, ricos, humildes, intelectuales ...oleada que perdura!

Ardiente está la calle en el día.
Tropiezos con mercaderes,
niños descalzos, ebrios alegres.
En la calle alojados de porquería.

Calles asfaltadas.
Invasión de ganados, bicicletas automóviles,
advierte el tonto -ten cuidado! policías civiles-
no le temes a una apresada?
Santa Rosa de aire cálido y recio.
En la calle, avenidas, altos de esquina,
-Hijo, ayuda a este pobre anciano que no camina.
-Lo siento abuelo, voy de prisa al colegio.


JOEL ADÁN VENTURA.



A MI MADRE.

(Ledis Claribel Romero)


Tesoro que Dios nos ha dado
o brindado para cuidar y amar.
No busques amigo
este tesoro en el fondo del mar,
búscalo en tu pecho
y allí lo encontrarás.


ROSAURA CLARIBEL ZELAYA ROMERO




LAS HOJAS.


Son esas que están pegadas
en los árboles
esas verdes hojas que salen
del árbol
nacen crecen y mueren
las hojas son las que dan sombra
un árbol sin hojas no fuera un árbol
sino un palo. Las hojas nos dan la sombra
más bella del mundo. Esas hoja verdes,
de esos árboles tan bellos.


RENÉ ANASTACIO BENÍTEZ



Santa Rosa de Lima, febrero de 1994