jueves, 30 de agosto de 2012

NUESTRA MARIMBA



En la década de los 50 por iniciativa de los hermanos Rubio, Oscar, Roberto y Ricardo, originarios de Concepción de Oriente, se fundó la marimba “La Niña de La Paz”. Compraron la marimba en Concepción de Oriente y se radicaron en Santa Rosa de Lima.

Invitaron a Arturo Gómez (Chacalín), Lázaro Ortiz (Charo), Cayito y Toñito (Caliche) a formar parte del grupo musical. Cuando vi la foto me asombró y alegró de sobremanera ver  don Toñito (¡y tocando batería!) y Charo como músicos, a quienes por siempre los conocí como sastre y zapatero.

Muchos jóvenes de Santa Rosa de Lima apredieron a tocar instrumentos con don Nicolás Blanco. Era músico "de solfa" y don Arturo aprendió con él. Don Nicolás fue casi siempre el director de la Banda Municipal y falleció durante una feria de agosto, tiempo en el cual los músicos de la banda tenía la mejor oportunidad de demostrar sus talentos.

En una tarde noche, don Arturo contó un retazo de su vida, que me imagino fue dura y con limitaciones, pero con tiempo y espacio para luchar con ella y disfrutarla. Con salarios de un colón a la semana o por hora en la marimba, aportaba a la casa de su abuela, con quién creció después de fallecer su madre cuando apenas tenía 13 años.

La marimba le permitió dejar su rastro en el pueblo de Santa Rosa y su gente. Tuvieron alegría haciendo bailar y disfrutar a mucha gente. A ritmo de cha cha chá, boleros y hasta tango, la marimba puso a bailar a muchos.

A los hermanos Rubio no los conozco, pero a don Charo y don Toñito los conozco desde siempre y soy amigo de sus hijos. En varias ocasiones me pregunté de donde a Chibola y Churky les había salido lo de la música, ahora al ver a don Charo tocando marimba se aclara el asunto.

Don Arturo, don Toñito y don Charo, no llegaron a tener grandes riquezas materiales, pero ahora me doy cuenta que tienen algo más valioso, tienen el don de dar alegría a la gente a través de sus manos y su arte. Don Toñito seguramente, quién hace poco nos dejó para siempre,  tendrá una batería para acompañar alguna marimba celestial.

Les dejo, entonces la fotografía para que la disfruten. Cuando la vean y reconozcan a los personajes y sientan cariño y admiración por ellos, será el mejor reconocimiento a su talento.
Hace unos días busque a don Charo para platicar con él pero no fue posible. Esta historia no es lo que yo hubiera querido y por eso no había compartido la fotografía. Espero encontrar otra información que la enriquezca.

De izquierda a derecha: Arturo Gómez (Chacalín), Oscar Rubio, Lazaro Ortíz (Charo), Roberto Rubio, Ricardo Rubio, Cayito y Toñito Caliche.

La fotografía fu proporcionada por doña Delmy Flores una santarroseña de corazón. En la entrevista y ordenamiento de la información me colaboró mi sobrino Josue David.
Saludos a todos y Felices Fiestas Agostina¡¡¡





domingo, 6 de noviembre de 2011

RECORDANDO A SAUL

A Leticia, con todo el cariño del mundo.


Saúl murió durante el pasado conflicto armado. Así se le llama a veces a la gesta de muchos hombres y mujeres salvadoreños con un inmenso amor por este pueblo. Es de los muertos de todos, sin tumba que enflorar, por eso su recuerdo lo puede enfrentar a uno en cualquier momento, en cualquier lugar, de golpe, a veces como una afrenta. Cuando murió era guerrillero, ese oficio que los hombres y mujeres, generalmente jóvenes, tienen que aprender en secreto con el compañero, con los ideales, con la vida y la muerte, con la poesía. Cada cierto tiempo, un puñado de valientes lo aprende para doblegar al poder transformado en terror e injusticia.

Un domingo, en una 330, cuando me dirigía de Santa Rosa al Amatillo, en donde mi madre todavía vendía joyas a los hondureños, me encontré a don Saúl cargando una bolsa con cosas a simple vista triviales, cuatro rollos de papel higiénico y cuatro jabones Palmolive. Un poco sorprendido porque era raro verlo en otro vehículo que no fuera su camioncito, me senté junto a él. No sé por qué me lo confió, pero me contó que se los llevaba a Saúl, su hijo, se bajaría en el desvío de San José y caminaría un poco para verlo y platicar con él. Satisfecho, me mostró un reloj nuevo, de esos en los que sobresalía la leyenda “Stanley Steel”, con grandes agujas y marcas verdes fosforescente, “así me lo pidió para verlo bien en la noche”, me dijo. Me asombró la tranquilidad con que se bajó del bus y comenzó a caminar confiado con la bolsa en su mano después de acomodarse en su cabeza un antiguo sombrero de palma.

Saúl fue de los que la madrugada de aquel domingo once de enero de 1981 hizo suspender un viaje de beatas a Esquipulas, por ellos se pospusieron los partidos de fútbol de los equipos en que ellos mismos jugaban, por ellos se conoció el sonido de la alarma del Banco de Comercio y de la ambulancia del hospital. Por primera vez, escuchamos los sonidos de las detonaciones que luego, durante los siguientes largos 11 años, aprenderíamos a distinguir si eran de la guerrilla o del ejército, con cual fusil se estaba disparando, si provenían de una emboscada o una retirada. Santa Rosa siempre ha sido una ciudad que se despierta temprano, desde las cuatro se mueve mucha gente oficiosa al mercado o a los puestos de venta callejeros; esa madrugada junto a ellos también se movieron entre las sombras aquellos recién estrenados guerrilleros. Atacaron la Policía Nacional y la Guardia Nacional, los dos cuerpos de seguridad existentes. En nuestra casa, a unos cien metros en línea recta del cuartel de la Policía, entre los disparos tiro a tiro de los guerrilleros y las ráfagas de los fusiles de los policías, se escuchaba caer sobre las tejas la tierra impulsada por explosiones de granadas seguramente erradas. Casi al final del enfrentamiento, se escuchó, un tanto lejano, volar y disparar a un helicóptero. Cuando cesaron los disparos, con el desayuno postergado indefinidamente, la mañana movilizó al pueblo a los lugares de ataque. En la esquina frente a la casa de Don Bacho, frente a la funeraria Guatemala y calle de por medio, yacía un guerrillero abatido, ya sin fusil, con una mochila rota que mucho tiempo antes debió ser color verde olivo. Muchos rodeábamos el cuerpo tirado boca abajo, inerte, inerme. Lo vigilaban unos soldados que habían llegado como refuerzo; uno de ellos abrió su mochila, hurgó en ella y sacó unas tortillas; su burla llegó hasta la carcajada, dio dos pasos atrás y le disparó; el cuerpo dio un saltito y de debajo de su cuerpo salió una nubecita de polvo que se disipó entre el silencio y sorpresa de los curiosos mientras el soldado le daba la espalda con desprecio.

En todos los corros se hacia la misma pregunta: ¿quiénes?. La respuesta llegaba poco a poco, Alex La Gaviota, El Chele Americano, Will Sosa, Saúl Buruca, Chepe Ortiz, Lango… También llegó la noticia de que los disparos del helicóptero habían matado a cinco guerrilleros en La Chorrera.

Una noche de agosto o septiembre, digamos de 1979, compartí unos momentos con Saúl. Había caído una lluvia de esas que comienzan en abundancia pero luego disminuyen y se quedan por horas en una lluviecita de gotas finas que mantienen a las tejas llorando y la calle encharcada. Ya para ese tiempo la casa se me convertía en una prisión después de las siete de la noche. Para algunos la lluvia era suficiente para no salir, para mí era solo un pequeño inconveniente. Salía agazapado y caminaba pegado a la pared de las casas hasta llegar a la floristería de Chombito, allí comenzaba los corredores, el de los Medrano, los Pleitez, el don Lázaro Hernández y el del Bazar Primavera, cruzaba la calle para entrar al corredor de la Farmacia Nueva, el de doña Lucila Flores hasta terminar en el corredor del Almacén El Favorito. Allí, pasara lo que pasara, estaba abierta e iluminada una vitrina y una banca que durante el día servía a los clientes del puesto de frescos de doña Juana. Este lugar funcionaba como punto de encuentro para los caminantes, por no decir vagos nocturnos. Allí estaba viendo llover cuando apareció Saúl protegiéndose de la lluvia con un paraguas. Nos conocíamos bastante porque él era muy amigo de mi hermano y sus hermanas de las mías. Nos saludamos y después de recordarme lo vago que era, me invitó a que lo acompañara a “ver unas cipotas”. No pregunté a donde y nos encaminamos hacia El Llano, por momentos los dos debajo del paraguas y otros por los corredores y aceras. Llegamos a la casa de, digamos Estela. La puerta estaba abierta y, al fondo de la sala estaba la “cipota”; Saúl cerró el paraguas y me lo dio. –Buenas noches- saludó con mucha precaución. Una sonrisa y luego un gesto de enojo que de nuevo se fue convirtiendo en una sonrisa coqueta, se dibujaron secuencialmente en la cara de Estelita.

  • - Hola- dijo ella suavemente.
  • Se paró y volviendo su rostro hacia el interior de la casa, dijo:
  • - Mamá voy a ir donde Rosa (digamos) a traer un cuaderno,
  • - ¿tan noche y lloviendo?, preguntaron adentro.
  • - Es que lo necesito, en una carrerita voy, ya vengo;
  • - Está bien, pero que vaya Albita (digamos) con vos,
  • - Está bueno.

Por supuesto, Estela no se preocupó por la pequeña chaperona. Años después Albita necesitaría de los mismos favores.

Apareció diligente Albita, de unos diez años, muy seria y en silencio. Apurate, le dijo Estela.

Caminamos los cuatro, Albita del lado de su hermana y yo junto a Saúl, alcanzamos la primera esquina, dimos la vuelta, ellos se adelantaron presurosos y desaparecieron en el dintel de la primera puerta que había. Albita y yo nos quedamos a una distancia prudente, en el lugar que nos indicó previamente Estela, vigilando si aparecía alguien que no debía aparecer.

Al cabo de unos quince o veinte minutos aparecieron; Estela peinándose apresurada el cabello con sus manos y acomodándose su ropa con calculados jaloncitos atrás, adelante y a los costados de su falda y blusa. Saúl tranquilo. Se tomaron de la mano, ella preguntó –¿vas a venir mañana?, Saúl contestó seguro –Sí. Salú, Salú. Saúl se quedó donde yo estaba, me quitó el paraguas y las vimos doblar la esquina. Saúl había “visto” a la primera cipota.

Vamos, me dijo, y caminamos en sentido contrario para adentrarnos todavía más en El Llano. Llegamos a un callejón cerca de la clínica; aquí quedémonos me dijo. Desde allí se veía una luz que escapaba por la puerta de una casa y alumbraba un charco sobre la calle. Unos cinco minutos después apareció por unos segundos la cabeza de una cipota asomándose por la puerta, Saúl no se movió ni dijo nada. Unos minutos después apareció de la misma puerta, digamos, Silvia. Aquí quedate, me dijo, cediéndome de nuevo el paraguas. Saúl cruzó la calle y se paró bajo un árbol a esperarla. Silvia lo abrazó y besó prolongadamente.

  • ¿Por qué te tardaste?
  • Por la lluvia.

Fue lo único que escuché antes de que el árbol se interpusiera entre mi vista y ellos. Por una media hora, tras el alcahuete tronco, por unos instantes aparecía un codo, una mano moviéndose hacia abajo, hacia arriba, un hombro, una cadera, la enagua de una falda. Por un momento la lluvia arreció pero el árbol no dejó que Saúl y a Silvia se fueran.

Cuando al fin el árbol los dejó escapar, aparecieron los dos untados de caricias y de lluvia.

Silvia se veía más suelta, más confiada que Estela, se adivinaba que el árbol era su cómplice desde hacía ya un buen tiempo.

La despedida fue más efusiva, se abrazaron y se besaron, se soltaron y dieron unos pasitos cada uno hacia atrás, dejando que los labios fueran los últimos en separarse, todavía Silvia dio un beso al aire.

  • - Salú, nos vemos mañana en el Instituto.
  • - Salú.

Saúl había “visto” la segunda cipota.

Emprendimos el camino de regreso. Cuando le ofrecía de regreso el paraguas, con un gesto con la mano extendida hacia arriba y los dedos juntos. Llevalo vos, me dijo. Sentí su gesto como un agradecimiento por acompañarlo.

Como premio por haber concluido una tarea, sacó una cajetilla de cigarros REX y me ofreció uno. Poco antes de llegar a la casa de, digamos, Laura, y después de terminar de fumar, me ofreció un dulce de cardomomo.

- Aquí no nos vamos mojar, tengo llegada, me dijo.

Al doblar la esquina de la calle sobre la que está la casa de Laura, la vimos sentada bajo la puerta, esperando. La lluvia estaba desapareciendo. Se sentó junto a Laura y la besó suavemente.

  • - Hola.
  • - Hola, por qué te estuviste tanto, de dónde venís.
  • - De acompañar a Jorge, fíjate que tiene una novia en El Llano, ¿verdad Jorge?.
  • - Sí, respondí.
Platicaron más de lo que se besaron con recato. Apareció la suegra y lo saludó, luego aparecería de vez en cuando. Yo pase a la sala a escuchar música música de los Bee Gees.

Al filo de las diez la lluvia cesó por completo y se despidieron; yo también me despedí. Cuando comenzamos a cruzar el parque en diagonal me ofreció otro Rex. En la esquina de la casa de doña María Zayas me quitó el paraguas que ya traía cerrado y nos despedimos todavía fumando.



Hablando revuelto.

Uno va por la vida sumando y restando sueños. En los primeros años hay más que sumar y cerca de los cincuenta restar es más frecuente. Un noviembre los labios de Leticia y los míos se encontraron y un sueño desapareció del listado de las restas.

sábado, 4 de diciembre de 2010

LA FOTOGRAFIA 18. MUNICIPAL LIMEÑO 1952-1959



Esta es la fotografìa más antigua del Municipal Limeño que he encontrado. Me la proporcionó don Alfredo Molina, hijo de don Gustavo Molina, a quien le ofrezco mis disculpas por presentarla varios meses después que lo visité. Para él un saludo muy especial.
Para don David Sura la fotografía fue tomada, "quizás" en 1959 y para don Samuel Hernández es de 1952. El uniforme era de color azul y blanco, tal como fue desde los inicios del club.
Verán que los que aparecen son los legendarios, los pioneros de este nuestro Municipal Limeño. Lastimosamente faltan los nombres de los primeros de la segunda fila, así que espero la ayuda de ustedes, apreciables lectores.

De izquierda a derecha de pie:

MODESTO VENTURA, SAÚL MEJÍA (BURUCA), ALONSO VENTURA(CHELE MORO), RÓMULO (o GUILLERMO) GRANADOS, EFRAÍN (PIQUÍN) ROSALES, MOISES SORTO, DAVID FUENTES SURA, JULIO VENTURA.

Segunda fila:
(JUGADOR), (JUGADOR), HERMÓGENES TREMINIO.

Saludos a todos.

Volvió éste.

sábado, 13 de marzo de 2010

EN LAS NOTICIAS 2. DISPUTA POR RELLENO SANITARIO.

En esta ocasión presentamos la noticia aparecida en La Prensa Gráfica relacionada con el relleno sanitario. Esta obra de gran importancia para la comunidad, comenzó a construirse en el 2006 con una inversión de $3.2 millones, en su mayoría proporcionada por la Agencia Internacional de Cooperación del Japón. Fue finalizada en 2009 y forma parte de un proyecto de manejo integral de desechos sólidos de los municipios del norte de La Unión, incluyendo Santa Rosa de Lima, Bolívar, Anamorós, El Sauce, Nueva Esparta, Polorós, San José Las Fuentes y Lislique, agrupados en ASINORLU, institución que administra el relleno. Tiene capacidad para procesar 60 toneladas/día, utilizando tecnología japonesa (Fukuoka) y tiene una vida útil de 15 años. Se ha contemplado una segunda ampliación en 2011.
Esta obra debe cuidarse y la acción de nuestro alcalde Anastacio Benítez es acertada y debe apoyarse. Considerando los incumplimientos en las reglas de utilización por parte de la administració, informados en la noticia, el actual concejo municipal debe exigir el buen uso del relleno sanitario, y en ese sentido no se deben abandonar los otros componentes contemplados en el manejo integral de desechos sólidos como son el reciclaje, la elaboración de compostaje y la educación y sensibilización de las comunidades de los municipios que lo utilizan.

Comunas en disputa por gestión de relleno.

La comuna limeña no ha cancelado el servicio por el uso del relleno sanitario.

Escrito por Flor Lazo
Viernes, 12 marzo 2010 00:00

Los concejos municipales de Santa Rosa de Lima y Anamorós se encuentran enfrentados en una velada disputa por la administración del relleno sanitario de la Asociación Intermunicipal de los Municipios del Norte de La Unión (ASINORLU). En medio del proceso destacan una deuda y el incumplimiento de cláusulas de contrato.

Las acusaciones son mutuas, ya que según el alcalde de Anamorós y presidente de ASINORLU, Isabel Villatoro, la comuna de Santa Rosa de Lima adeuda alrededor de $130,000 en concepto de pago por el uso del relleno sanitario, el que actualmente recibe los desechos sólidos de unos 15 municipios aledaños. “A la Alcaldía de Santa Rosa se le ha dado una serie de beneficios por haber cedido en comodato los terrenos donde está el relleno. Por ejemplo a ellos se les cobran $17.00 por tonelada de basura procesada, mientras que el resto de municipios cancela $23.00”, explica Villatoro.

El alcalde de Anamorós señala que el municipio santarroseño produce mensualmente un promedio de 300 toneladas de basura que son depositadas en el relleno y que le significan aproximadamente un costo de $5,300 por mes; sin embargo, desde hace casi dos años la comuna limeña simplemente dejó de cancelarle el dinero por el uso del relleno a los miembros de ASINORLU.

Justificación

Por su parte, Anastasio Benítez, alcalde de Santa Rosa de Lima, justifica la falta de pago aduciendo que es ASINORLU la que ha incumplido las cláusulas del comodato del terreno donde se ubica el relleno sanitario, y agrega que la comuna cuenta con los fondos para saldar la deuda.

“No cancelamos el dinero hasta que nos cumplan con tres requisitos, los cuales están dentro de las cláusulas del contrato de comodato. Si no lo hacen, nosotros podemos proceder a hacernos cargo de la administración del relleno sanitario” explicó.

Según Benítez, en las cláusulas del contrato se estipula que las oficinas de ASINORLU deberían estar en Santa Rosa de Lima, ya sea en la alcaldía o en los terrenos del relleno sanitario y no en el edificio municipal de Anamorós, donde se encuentran actualmente.

Además dice que el relleno fue creado solamente para las nueve municipalidades socias de ASINORLU y no para otros municipios. “Hemos pedido también que ya no se reciba la basura de nueve municipios de Morazán y La Unión. También les hemos pedido que reparen la calle hacia el relleno, pues los camiones la han deteriorado”, agrega.

Para llegar a un acuerdo, los alcaldes de ASINORLU se reunieron el viernes y se comprometieron a cumplir con lo que a cada uno le corresponde, por ejemplo saldar la deuda y cumplir con las cláusulas. Eso también incluye que las oficinas de ASINORLU tendrán que ser trasladadas hacia Santa Rosa a más tardar a principios de abril, y a partir del 31 de marzo ya no se recibirá la basura de otros municipios ajenos a la mancomunidad.

Ver noticia original en:

http://www.laprensagrafica.com/el-salvador/departamentos/99870-comunas-en-disputa-por-gestion-de-relleno.html

jueves, 11 de marzo de 2010

LA MÁQUINA DEL TIEMPO. MARZO

Lunes 5 de 1827.
Se crea el partido o distrito de San Antonio del Sauce y Santa Rosa es uno de los pueblos adscritos.

Miercoles 15 de 1922.
Se inaugura la línea férrea a La Unión (Cutuco). Fue acto solemne al que asistieron unas diez mil personas, para presenciar la llegada del primer tren, en medio de aplauos y bandas militares.

Lunes 21 de 1938.

En el periódico migueleño "El Chaparrastique", se informa sobre la apertura del mineral "Las Piñas" por su propietario, el alemán Roberto Heyman.

Miércoles 24 de 1953.
Se informa en la Prensa Gráfica que "se han visto manchas de chapulín el oriente de la República".

1964.

Se inaugura el edificio de la Escuela de Varones Centro América. Su construcción se realizó dentro del marco del programa estadounidense "Alianza para el progreso". Anunciado en 1961 por el Presidente John F. Kennedy, conplaba impulsar cambios económicos y sociales en América Latina para contrarrestar la influencia de la Revolución Cubana en la región.
La placa conmemorativa reza de la siguiente manera: "ALIANZA PARA EL PROGRESO. ESTA ESCUELA FUE CONSTRUIDA CON LA AYUDA DE LOS GOBIERNOS DE EL SALVADOR Y LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTE AMÉRICA CON LOS RECURSOS DE AMBOS PUEBLOS. MARZO DE 1964."
Actualmente su nombre oficial es Centro Escolar Centro América pero muchos todavía la nombramos "El Grupo", tal como se llamaba desde la década de los '30s a las escuelas.
Durante la época del conflicto armado fue ocupada por la Fuerza Armada y utilizada como guarnición; a su alrededor se construyeron trincheras, se plantaron minas terrestres y fue objeto de varios ataques por la guerrilla del FMLN. Durante la ocupación la escuela funcionó en la Escuela de Niñas "Trinidad Sánchez de Quezada". Se logró su recuperación después que los maestro y alumnos junto a la comunidad presionaran pacíficamente, incluyendo una marcha por las principales calles.

Viernes 18 de 1968.
Comienza a funcionar el Plan Básico bajo la dirección del Prof. Juan Francisco Paredes, ampliando la oferta educativa hasta el nivel de bachillerato. Estaba ubicado frente al costado oriente del Mercado Municipal sobre la 2a calle oriente, Barrio El Convento, propiedad para entonces del señor Telésforo Martínez.

Viernes 28 de 2003.
Fallece el Dr. Juan Allwood Paredes, prominente profesional de la medicina nacido en Santa Rosa de Lima el 28 de diciembre de 1911. Estudió su bachillerato en el Instito Nacional Francisco Menéndez graduándose en 1929 y de la Universidd John Hopkins, en Baltimore, Estado Unidos obtuvo su título de Doctor en Salud Pública. Tuvo a su cargo la primera unidad de salud del país, fundada en Santa Tecla en 1940. Impulsó la salud pública en el país desde su cátedra en la Universida de El Salvador y en su carrera profesional. Fungio como Ministro de Salud (1964-1966) durante la administración del Presidente Julio Adalberto Rivera y como Rector de la Universidad de El Salvador (1973-1974). Publicó varios trabajos sobre salud pública entre los que destaca "Los recursos de la salud pública en Centro América" (1986); también incursionó en la literatura y publicó "Osicala" (1984), "María Elena y la liberación nacional"(1987) y "Lecturas sanas, amenas y edificantes" (1989). Se casó con Rosario Cabezas y procrearon 5 hijas. El 4 de noviembre de 2000 fue declarado "Médico Salubrista del Milenio" por la Asamblea Legislativa. Un coleio privado en Santa Rosa de Lima lleva su nombre. En la fotografía el Dr Alwood Paredes aparece de pie al centro.

Viernes 6 de 2010.
En una nota periodística, publicada en El Diario de Hoy, se menciona a Santa Rosa de Lima, junto a lugares como La Colonia Milagro de La Paz, de San Miguel, la zona de La Playa, en La Unión y la ciudad de Usulután, como lugares en donde proliferan las ventas de drogas al menudeo, especialmente de cocaína, marihuana y crack.




miércoles, 3 de marzo de 2010

UN AYER DE SANTA ROSA DE LIMA

Estimados amigos, en esta ocasión les presento una colaboración de uno de nuestros lectores que se ha identificado como Nelson C. El trabajo consiste de una lista de lugares, personas y apodos representativos del folklore de Santa Rosa de Lima.
Les ruego a los estimados lectores tomen en cuenta los siguiente.
En vista de que lo evocado surge de los sentimientos y recuerdos del autor y no de un método formal, la lista muestra su punto de vista, por tanto, también corresponde a un período de tiempo determinado y a una interpretación particular de la realidad; por eso el título: "UN AYER DE SANTA ROSA DE LIMA". Pero, lejos de ser esto una carencia del trabajo, nos abre una bonita oportunidad a reconstruir nuesta historia, y en ese sentigo les hago una invitación a enriquecer este aporte de nuestro amigo Nelson C., expresando en sus comentarios otros lugares y personas recordados por ustedes y que no aparecen aquí. También les invito a compartir en este espacio alguna anécdota, dato curioso o vivencia personal en algún lugar o con un personaje de los que aquí aparecen. Esto nos ayudaría a conocer la influencia en nuestra comunidad de lugares y personas, y lo más importante, que las nuevas generaciones santarroceñas conozcan su historia. Hay, en este trabajo, datos con un valor histórico, por ejemplo, los bandos municipales, una forma de comunicación entre las autoridades municipales y los ciudadanos ya en desuso, de la cual sería muy interesante conocer los detalles en que se realizaba. En ese mismo sentido se puede mencionar los conciertos del Almacén El Favorito, La Banda de Pastorcito, el Cine Marinero, el famoso Salón Campanitas y otros. De igual manera, los amigos lectores nos pueden ayudar a identificar la ubicación de estos lugares y contarnos acerca del origen de los nombres de estos lugares todavía existentes como Las Veinte Gradas y otros ya desaparecidos como la Casa Vanegas, La Farmacia Pachol (nunca la había escuchado), La "38" del policia Zúniga, etc.
Por último, y por ser muy importante, quiero referirme a los apodos, ese nombre que el común da a una persona por sus características o alguna circunstancia especial que lo identifique. Ciertamente, muchas veces envuelve un defecto o un vergonzante, pero también es parte de la identidad. Para algunos, escuchar su apodo puede ser indiferente, para otros es muy molesto y para otros tantos hasta pueden sentirse orgullosos. Especialmente para los segundos, de antemano les pido disculpas, el que aparezcan aqui no tiene la mínima intención de molestar, sino de plasmar una costumbre muy arraigada, más notorio, pienso yo, en los pueblos pequeños de nuestro país. Si alguien lo solicita, inmediatamente puede ser suprimido el lugar, nombre o apodo de este espacio. Los nombres se ordenaron por orden alfabético, la posición relativa en la lista no ningún significado. Los nombres se muestran tal como los recuerda nuestro colaborador Nelson C.
La fotografía del bus con pasajeros en la parrilla fue tomada de una edición de El Diario de Hoy de enero de 1981. En una de las veces que me tocó viajar de esta forma, también lo hacía un turista, un chele, no recuerdo si era gringo o europeo. Todo el viaje lo hizo emocionado, con una sonrisa permanente, como la de un niño cuando sube las primeras veces a una rueda de caballitos, que contrastaba con la seriedad de los demás experimentados pasajeros. Al inicio iba confiado, pero a partir de las ya enderezadas curvas del Guayabal, después de un sustito, se mantuvo bien agarrado hasta llegar a Santa Rosa sin que por ello desapareciera su sonrisa hasta que se bajó del bus.

Créditos:
Fotografía Casa Mérida, cibernauta con correo-e antoniovtr323@yahoo.com
Fotografía del Primo Yeyo-Paco Tincute: www.municipalimeno.com.
Fotografía Poza La Bruja: Colombo Romero.

ALGUNOS LUGARES DEL SANTA ROSA DE LIMA DE AYER.


Almacén de Walter Cisne,
Almacén El Águila del Turco Saca,
Cancha El Zope,
Casa Mérida de niña Berta,
Casa Vanegas,
Comedor de La Martina,
El Almacén de don Fabio Escobar,
El Antiguo Convento,
El Cerro de La Cruz,
El Cine Marinero,
El Comedor de Tina Ochoa,
El Drive-inn,
El Favorito,
El molino de Chepe Luis Fuentes,
El parque viejo,
El puesto de la guardia,
El rastro Antiguo,
El Salón de Virginia "La Salpora",
El Terrero,
Farmacia de Salvador Alvarenga,
Farmacia Pachol,
Ferretería de don Chando Reyes,
Hospedaje Florida,
La barbería Martínez (del Ardillo),
La cancha del UDAL,
La cantina de Joche Amaya,
La carpintería de Los Católicos,
La casona de Toño Prudencio,
La compra de huevos de Emilia Carranza,
La Curva,
La dulcería de la niña Virgina Rosales y Moncho Canecho,
La escuelita privada de don Catino,
La floristería de Tanchito Benavides,
La funeraria de La Chacalina,
La gasolinera del Chele Beto,
La hacienda de don Calixto,
La herrería de Guillermo Menjívar,
La hojalatería del Choco Julio,
La planta de electricidad de don Daniel Medrano,
La quebrada del Cabildo,
La relojería de Joche Ruíz,
La sastrería de Gilberto Rosales,
La Shellane,
La talabartería de Chabelo Sánchez,
La tejera de Los Pirulíes,
La tienda de don Quique Ortiz,
La tienda de Esperanza Ruiz,
La tienda de la tía Emilia,
La venta de ponche,
La venta de tamales de Margarita Chirranga,
La venta de telas de Tina Fuentes,
La venta de zapatos de Raúl Verdugo,
Las Veinte Gradas,
Las cárceles de Santa Rosa,
Las joyerías de: Samuel Claros, Tomás Martínez, Los Zelaya, Rafael Melara.
Las Pilitas (Lavadero Público),
Las Pozas: Las Tres Lajitas, La Bruja, El Carao, El Tempisque.
Las refresquerías de La pacharaca y Neto,
Las Zapaterías de Adán Cañón y Lázaro Hernández,
Los Pozos Tibios,
Panadería de La Núñez,
Pensión La Lempira,
Plaza Nueva,
Pozo ElChilamate,
Puente Las Cadenas,
Salón Las Campanitas,
Salon El Negrito del Batey,
Sastrería Gentleman.


ALGUNOS PERSONAJES MUY RECORDADOS DE SANTA ROSA DE LIMA.

Adelita Maltéz,
Chepe Pineda,
Chico Vides,
Conce, el portero del Limeño;
Coto Murgas, el policía municipal;
Cristóbal Escobar,
Luis Chacarrón,
Nicolás Cruz,
Nino Cerrato,
Norbertón,
El compita Modesto Villatoro,
El doctor Cabezas,
El Guardia Bonilla,
El Padre Ventura,
El Primo Yeyo,
El sargento Cabrera,
Fortunato Escobar,
GLORIA (Pa'todos da Dios),
León María,
Lilian Alvarenga,
Lito Padilla,
Los Treminio (de don Napo),
Luis Cabello,
Macho Chibolita,
Marillita Herrera,
Minguito el barbero,
Paco Zayas,
Pedrito,
Pedro Ñangue,
Prof. Chico Paredes,
Virgilio Escobar.

ALGUNOS APODOS DE SANTA ROSA DE LIMA MUY RECORDADOS.


Boca sola,
Cacatorra,
Chico La Cera,
El Peludo,
Cachete, el motorista;
Calinga,
Calpo, el de Mojones;
Carlos Guacalita,
Cepillos (Pleitéz),
Chabelo con su guitarra,
Chenguita,
Chico Borroña,
Chico Panza,
Chiricuajo,
El Chele Jilote,
El Chulo,
Geña La Gata,
Guayabo,
Joche Cucharita,
Julio Mono,
La Chele Felipa,
La Chindona,
La Gallo-Gallina,
La Loca Alicia,
La Pelona,
La Picolina,
La Señorita Cumbia,
Piñico,
Moncho Querque,
Mozote,
Murusa,
Neto Sapo y su mulita,
Noé Canuto,
Paco Diablo,
Perucho,
Pico de Zope,
Pío La Cabra,
Punchereta,
Rafay Mondongo,
Ricardo Piculiya,
San Marín de Porras,
Tabito,
Tano (Plaza Nueva),
Tingo Ñato,
Tingo Zope,
Tolete,
Tomás Tincute,
Toñito el de los cabros,
Toño Bigote,
Vaca Tonta.

LO INOLVIDABLE.


El caballito de don Napo Treminio,
El carretón de la basura,
El fusil de Tele Amaya,
El primer taxi de Rodolfo Lazo,
La "38" del policía Zúniga,
La Banda de Pastor Bofe,
La canasta de chicles y cigarros de Fidelina,
La chaqueta de Zenón Murillo,
El atol de la niña Geña,
La concertina de David Salazar,
La mano con anillo de Víctor Escobar,
La orquesta del maestro Ticas,
La poleada de Carmen Herrera,
Las camionetas: La Nueva España, Las Jocoreñas, La Elenita, Las Santa María; la "rápidas" Santa Rosa, Las Flores, La Erika, Las Santa Teresita;
Las "niñas" de don Napo,
Los Bandos Municipales,
Los "bolis" de Miguel Espinal,
Los conciertos del Almacén El Favorito,
Los Magiruz de Rafael Ruiz,
Los zapatos de Moisés Rivas.

lunes, 8 de febrero de 2010

EN LAS NOTICIAS 1.

Este día vamos a comenzar otra sección en este blog, la vamos a llamar "EN LAS NOTICIAS". Cada vez que se presente la ocasión, se presentarán noticias sobre Santa Rosa de Lima que aparezcan en los medios de comunicación del país, ya sean periódicos, revistas, noticieros de televisión o de radio y cualquier otro medio que preste atención a lo bueno o lo malo que suceda en nuestra ciudad. Al final de la noticia se mostrará la fuente o el vínculo con el cual se puede accesar a la página web respectiva. En esta ocasión se presenta la noticia relacionada con el atraso de la construcción de Mercado Municipal, aparecida en La Prensa Gráfica y responsabilizada por la periodista Flor Lazo.

Para no pecar de omisión, al respecto de esta nota tengo algunos comentarios. El 20/05/2008 llegué a la Alcaldía Municipal a realizar unos trámites y casualmente se estaba realizando una reunión con los locatarios y locatarias del antiguo Mercado Municipal en la que básicamente se les pedía su comprensión para desalojar el edificio para comenzar la construcción del nuevo mercado. Anoté alguna información que allí se brindó de voz del Alcalde Municipal, Don Anastasio Benítez, que contradice lo manifestado en la noticia. Tengo anotado que el mercado albergaría a 340 puestos a un costo de $3.1 Millones de dólares, que las obras se comenzarían el 03/06/2008 y durarían 11 meses, es decir los vendedores regresaría al mercado en febrero de 2009; "bien pensado, justo antes de las elecciones municipales", dije en ese momento. Sinceramente no recuerdo que se haya hablado de dos etapas. A continuación la noticia.


Comerciantes se quejan por atraso en mercado
En teoría, el edificio estaría listo a finales del año, pero aún no inicia la segunda etapa del proyecto.

Escrito por Flor Lazo Lunes, 08 febrero 2010 00:00.
LA PRENSA GRÁFICA·

No podemos continuar hasta que hagamos la licitación y conozcamos cuánto nos va a cobrar la constructora.”
Anastasio Benítez, alcalde.


“Para suplir la falta de agua tenemos que traer de nuestras casas garrafones y cántaros.”
Blanca Ventura, comerciante



Decenas de comerciantes de Santa Rosa de Lima no esconden su disgusto por los retrasos en los trabajos de construcción del nuevo edificio del mercado municipal.

La edificación del nuevo mercado inició en agosto de 2008 y, según los planes de la alcaldía, la primera etapa duraría un año. Luego iniciarían los trabajos finales, entre ellos la colocación del techo, acabados finales, adecuación del estacionamiento perimetral y la entrega de los puestos.
Y en efecto, la primera parte de los trabajos de construcción de las paredes del local finalizaron a mediados de 2009; sin embargo, la etapa final quedó en un período de espera que aún no ha finalizado.
Anastasio Benítez, alcalde limeño, negó que la construcción del mercado esté totalmente paralizada y aseguró que ya tienen la aprobación del banco para desembolsar los casi $2 millones que costaría finalizar el proyecto.
“La primera etapa costó $2 millones y ya tenemos listos otros $2 millones, pero no podemos continuar hasta que hagamos la licitación y conozcamos a ciencia cierta cuánto nos va a cobrar la empresa constructora”, dijo.
El jefe edilicio comentó que la licitación para la construcción de la segunda etapa del edificio saldrá a finales de este mes, por lo que el nuevo mercado tendría que estar finalizado a más tardar en diciembre próximo.

PIDEN EXPLICACIONES.

Pese a las declaraciones del alcalde, los vendedores y dueños de negocios apostados en los alrededores del local en construcción aducen que no les han explicado los motivos por los cuales se ha paralizado la obra.
“Tenemos casi dos años de estar en estos puestos provisionales, a la intemperie y a expensas del sol, el polvo, el viento y la lluvia, por eso nos preocupa que los trabajos se hayan paralizado desde hace varios meses”, expresó Carlos Rivas, propietario de un puesto de carne.



Al igual que él, otros 300 propietarios de micros y pequeños negocios permanecen en las calles adyacentes al centro de abasto, expuestos a las adversidades del clima y sin servicio de agua potable, energía eléctrica o sanitarios.
Los más perjudicados en este caso son los vendedores de carne, pescado y pollo, así como los dueños de comedores y pupuserías, pues necesitan suficiente agua para mantener limpios sus puestos y preparar los alimentos. “Para suplir la falta de agua tenemos que traer de nuestras casas garrafones y cántaros, pues aquí en la calle no tenemos servicio”, comentó Blanca Ventura, cocinera de un comedor que permanece funcionando en plena calle.

Ver noticia original en:
http://www.laprensagrafica.com/el-salvador/departamentos/91740-comerciantes-se-quejan-por-atraso-en-mercado.html